El Supremo ratifica 6 meses de cárcel por acoso sexual para el profesor del Campus
El Supremo aplica la inhabilitación absoluta del catedrático por tres años y 2.500€ de indemnización.
El profesor de Ingeniería Agroforestal en el primer juicio. ANA F. BARREDO
MANUEL FÉLIX | Ponferrada
Es sentencia firme y contra ella ya no cabe apelación tras los dos recursos precedentes. El Tribunal Supremo (TS) ha ratificado ahora la condena impuesta a un profesor de la Universidad de León (Ule) de seis meses de cárcel (no ingresará en prisión), al tiempo que le aparta durante tres años de la docencia por «inhabilitación absoluta» y le obliga a indemnizar con 2.500 euros a una alumna, a la que acosó sexualmente en el campus de Ponferrada.
Según ha resaltado la acusación particular que ejerció el colectivo Adavas (Asociación de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica), el acusado ha sido condenado por un delito de «acoso sexual funcionarial». Es decir, con el agravante de ser funcionario público. Es, según relataban ayer, de las pocas condenas existentes de este tipo, citando una precedente emitida en Málaga.
Con esta última condena, el tribunal ha rechazado así el recurso de casación interpuesto por el profesor de Ingeniería Agroforestal, R.G.P., por acosar sexualmente a una alumna durante las tutorías en el campus de Ponferrada en los años 2006 al 2009 y, en consecuencia, ha dictado sentencia firme ratificando la emitida en su día por la Audiencia provincial de León. En Ponferrada, el Juzgado de lo Penal 1 emitía en octubre de 2016 el primer fallo judicial a las tres semanas de dejar visto para sentencia el caso, y en ella le condenaban a 23 meses de cárcel, alejamiento de 500 metros de la mujer y una indemnización de 6.000 euros, que ahora rebajó el Supremo.
La última resolución judicial considera probados los hechos ocurridos entre 2006 y 2008, cuando el condenado hizo comentarios y proposiciones de tipo sexual en varias ocasiones a una alumna suya. En 2009 la víctima comentó la situación al delegado de curso, quien lo puso en conocimiento del director de la Facultad y fue entonces, según recoge la sentencia, cuando se supo que ese profesor ya había acosado a otras dos alumnas.
La Universidad de León puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía, que se encargó de formalizar la denuncia. Según la sentencia condenatoria, ha sido fundamental la declaración de la propia víctima en el acto de la vista oral en la que manifestó de forma «clara y contundente» en relación con los hechos que se han declarado probados. En este sentido, relató que mientras fue alumna del acusado recibió varias insinuaciones, haciéndola ver que podría aprobar la asignatura sin estudiar, al tiempo que realizaba manifestaciones de evidente connotación sexual.
En el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de León durante cinco días, también declararon las otras dos alumnas que sufrieron acoso, si bien los hechos, que habían sucedido con anterioridad, ya habían prescrito.
En la primera sentencia, seguida de la ratificación de las demás, pesaron las declaraciones del delegado de los alumnos y del director y subdirector de la escuela de ingeniería agraria, además de la firmeza con la que se manifestó y describió los cuatro incidentes la propia afectada y denunciante.
En el juicio citó cuatro episodios concretos. El primero de ellos en el curso académico 2006/2007, cuando, tras acudir a una tutoría, con el profesor y estando los dos solos, él se dirigió a ella al ver que se colocaba la camiseta que vestía, diciéndole: «Perdona C., es que te estaba mirando las tetas».