«El compromiso del Ministerio es apoyar al Bierzo, reindustrializar no es sólo decirlo sino hacerlo»

La entrevista tuvo lugar el viernes por la tarde en el Ayuntamiento de Ponferrada, después de la visita a Twitec y antes de un mitin del PSOE. Reyes Maroto no tiene prisa ni pone condición alguna de tiempo pese al retraso que acumula su agenda. De todo ha cogido notas en un pequeño cuaderno. Reconoce que el Bierzo está en una situación delicada para, acto seguido, asegurar que la Junta de Castilla y León tiene también su parte de responsabilidad. Estamos en campaña electoral y la ministra ha venido al Bierzo por el 13-F.

— A propuesta del PRB, socio del alcalde de Ponferrada, se ha aprobado una moción en el Ayuntamiento para que el Bierzo sea el territorio que primero y más fondos europeos reciba de España. ¿Está de acuerdo?

—Desde luego tiene que haber un apoyo desde la Junta, como competente también, en el apoyo a la industria, el comercio y el turismo. Es muy importante identificar proyectos. Sobre esta base podemos financiar con fondos europeos iniciativas públicas o privadas. Ponferrada, como destino turístico inteligente, va a poder acceder a fondos públicos financiados por los Next Generacion, que de otra forma estaría fuera. El compromiso del Ministerio es apoyar a la comarca del Bierzo, que está en una reconversión de un modelo muy basado en la minería. Tenemos la obligación de sentar las bases de una transformación con lo que hay pero también pensando temas que podamos traer a la comarca. El sector agroalimentario tiene mucho futuro pero tenemos que ayudarles a crecer en el ámbito de la exportación. Hay también un compromiso de la Junta de hacer un parque agroalimentario, que después de cuatro años debería asumir y que desde luego desde el Ministerio de Industria se va a apoyar para que haya una iniciativa en torno a la industria agroalimentaria.

—Usted ya ha manifestado que el Ministerio va a financiar parte del parque agroalimentario de Valladolid. ¿Financiará también otro en el Bierzo?

—Sin duda. No son opuestos; son complementarios. Cada uno tiene su identidad. El de Valladolid está muy asociado a un área ferroviaria que está creciendo y lo van a basar en la logística. Lo que le pido a la Junta es que después de cuatro años ese parque del Bierzo tenga financiación y que nos sentemos con el sector para ver qué proyecto quiere. Sobre esa base, el Ministerio lo apoyará. Lo que sí me he comprometido con ellos, porque depende de mí, es dar forma a una agrupación empresarial, para que se puedan constituir como clúster para poder acceder a ayudas.

—Hace 30 años, otro ministro de Industria del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, prometió también en campaña electoral la reindustrialización de la cuenca de Sabero, la primera que cerró en la provincia de León. Hoy aquello es un erial. ¿Va a presionar el Ministerio a empresas como Endesa para que se traigan grandes proyectos al Bierzo?

—Nosotros estamos hablando no sólo con Endesa sino también con el sector que está implantado en el Bierzo y que puede acompañar esa reindustrialización de la comarca. Yo cuando llegué al Ministerio no había una política industrial de Estado. Una de las primeras crisis que tuve que gestionar fue el cierre de Vestas, en Villadangos; le dimos una solución digna, en el sentido de que buscamos un inversor. Hoy ese polígono está revitalizándose con un ramal ferroviario para ser más competitivo, con una inversión de 14 millones de euros. Pasamos de los compromisos a los hechos, como la ayuda tan importante de 47,5 millones a Twitec. La industrialización no es sólo decirlo sino hacerlo. Tenemos una herencia con la comarca del Bierzo para que haya una alternativa industrial, como también lo puede ser el turismo.

—Ya, pero después de tres años desde el cierre de las minas y las térmicas, en el Bierzo no se ha visto nada... Usted lo que ha visitado son proyectos de empresarios bercianos como Twitec o Pharmadus, que apuestan más por su arraigo que por tener la mejor ubicación.

—Me refiero a que nosotros estamos gestionando una herencia del pasado. Ni siquiera había un Ministerio de Industria como política de país. Estamos buscando una solución al cierre de la minería y trabajamos con el Ministerio de Transición Ecológica para identificar esos proyectos. Endesa y el resto de energéticas tienen que ser parte de la solución y no sé si la palabra correcta es presión pero tiene que haber una interlocución directa para que sean parte de la solución.

—¿Y tiene guardado algún proyecto en el cajón el Ministerio para el Bierzo?

—Lo único que puedo anunciar, porque ya es público, es Emobi, que está optando al fondo de apoyo a la producción. Esperemos que igual que Twitec se pueda financiar porque va a tener una importante creación de empleo.

—¿Cuántos empleos podría ser?

—En torno a 800. Es un gran proyecto tractor y puede asentar población.

—Al cierre de la minería y las térmicas se unió el año pasado la crisis de LM, con una respuesta parlamentaria del Gobierno en la que reconocía las dificultades de plantas como Ponferrada, lejos de la costa, ahora que la producción se destina más a mercados internacionales. ¿LM tiene garantizado su empleo en Ponferrada?

—Creo que el Ministerio hizo, como con Vestas, un trabajo de diálogo, primero con la empresa para buscar una alternativa al cierre, y después con el resto de administraciones. Estamos en ese periodo transitorio y espero, porque será una de las cosas que se verá en los próximos meses, que LM se integre en otros proyectos en los que estamos trabajando para que esa transición, que hemos conseguido con ese diálogo. Siempre que hay una crisis el Ministerio se pone a disposición, primero con los trabajadores y trabajadoras, que son los que sufren en primera persona el cierre de cualquier empresa. Aquí la Junta tiene un papel importante que a veces elude. Yo espero que con esos proyectos en marcha haya una solución definitiva y que podamos decir, como hemos hecho en Villadangos, que de una crisis surgió una oportunidad. Hoy Villadangos es un polígono mucho más dinámico gracias al apoyo del Ministerio.

—Sin embargo, los bercianos ven que el polígono de El Bayo no tiene ni un acceso a la autovía, que depende del Gobierno Central.

—Bueno, muchas veces se nos reprocha la falta de inversiones pero también es verdad que tenemos un interlocutor que es la Junta de Castilla y León que muchas veces no se compromete lo suficiente con esta provincia y esta comarca. El parque agroalimentario es un ejemplo. Nosotros tenemos un compromiso con la comarca y la provincia de León. En menos de tres años hemos resuelto crisis industriales y trabajaremos de la mano de la Junta de forma leal. Tiene que ser un trabajo conjunto.

—El Bierzo empieza a ser una ‘isla’ en el mapa ferroviario que está surgiendo con la llegada del AVE a Galicia por Zamora y eso resta competitividad a la comarca. ¿El Gobierno es consciente? ¿Cree que es una razón para que se apoyara aún con más fuerza una política industrial diferenciada, para que no se quede atrás?

—Creo que la responsabilidad de significar el apoyo al Bierzo depende más de la Junta que del Gobierno. Dicho lo cual, nosotros sí tenemos un compromiso con esta comarca. No hemos señalado la singularidad de ningún espacio pero eso no significa que a la hora de trabajar dinamicemos aquellas zonas donde la industria pueda ser un aliado. Si la Junta de Castilla y León significa la comarca del Bierzo como prioritaria, y lo puede hacer.

—Disculpe, pero parece que siempre se puede hacer si los otros lo hacen. Unos por otros y la casa sin barrer.

—Le pongo un ejemplo. Para acceder a los incentivos regionales, que es una política del Gobierno de España, se necesita que el gobierno regional competente identifique el proyecto como de interés regional. Es muy importante que las administraciones trabajemos juntas para concretar proyectos. No es suficiente la acción del Gobierno. No eludo mi responsabilidad pero muchas veces se nos piden cosas donde necesitamos el impulso de la administración regional, incluso local. A veces es el Ministerio el que intenta sumar para que el resto de administraciones se sumen a un proyecto tractor.

—Del parador de Villablino ya no se supo más, Villafranca es pequeño y San Marcos no arranca en su segunda fase. ¿Hay alguna novedad?

—Lo primero que quiero decir es que en San Marcos se cumplió el compromiso que yo asumí en elecciones, para que se abriera, porque era una obra complicada y había, además, una falta de gobernanza del anterior Gobierno en cuanto a la red de Paradores. Estamos en una etapa de consolidar la red y Villablino es algo que se verá, si efectivamente lo podemos desarrollar.

—¿No está descartado entonces que se pueda construir?

—No hemos descartado ningún proyecto. Lo que estamos es consolidando la red porque durante siete años el anterior Gobierno no invirtió nada. San Marcos tuvo dos años de retraso, con lo que supuso también para los trabajadores y la propia ciudad. Mi compromiso fue abrirlo y estamos analizando una ampliación que tiene que contar con el respaldo de los vecinos y vecinas porque quiero recordar que el proyecto de ampliación que presentó el anterior Gobierno fue rechazado por los vecinos porque cambió totalmente la fisonomía de San Marcos cuando San Marcos es el que tiene que marcar la identidad de ese parador, no la ampliación. La ampliación no digo que tenga que ser invisible pero sí anexa, que no rompa con la estética que el parador tiene Hay paradores que llevan hasta diez años en su desarrollo y apertura. Por ejemplo, Ibiza. Mi compromiso es acabar los que llevan diez años planificados. Cuando acabemos, hablaremos de Villablino y otras oportunidades que puedan surgir. Queremos que la cadena crezca porque cohesiona el territorio y genera sinergias, también en la España vaciada.

—En el Bierzo se están presentando muchos proyectos de parques eólicos y solares. ¿Falta una regulación?

—La regulación es autonómica porque la autorización final de los parques, tanto eólicos como solares, depende de la Junta, en este caso. Dicho esto, creo que debemos buscar un equilibrio con el desarrollo de las energías renovables, porque van a reducir nuestra dependencia energética.

—¿Y lo tendría que regular el Gobierno?

—La Junta tiene que definir una planificación y nosotros lo que hacemos es el acompañamiento de las inversiones.

—Entonces habrá 17 regulaciones en España...

—Hay 17 regulaciones pero es verdad que desde la Ley de transición energética se marca un estándar. De esta forma es mucho más fácil que después las comunidades autónomas regulen. Es verdad que las competencias, y estamos en un país de autonomías, depende de las comunidades.

—¿Patrimonios de la Humanidad como Las Médulas no podrían estar en campañas internacionales como Turespaña?

—Hay campañas de Turespaña en las que está la imagen de Las Médulas. En lo que sí podemos trabajar es en incorporar con los fondos europeos a Las Médulas en los planes de sostenibilidad turística. Vamos a sacar una línea para financiar bienes de interés cultural. En promoción tenemos capacidad sumando Las Médulas a otros patrimonios de la Humanidad. Veo que hay ganas por trabajar por esta comarca. Me llevo muchas buenas sensaciones.