Pereira revive en código QR

A los pies del convento de los Padres Paúles, uno de los lugares que mejor definen lo que era y lo que aún es Villafranca del Bierzo, el escritor, el poeta, el contador de historias Antonio Pereira se dejaba entrevistar por un joven Mino del Moral, periodista de TVE, hace más de un cuarto siglo. «Todo esto está lleno de recuerdos, pero desde el punto de vista literario estoy haciendo un esfuerzo por quintarme de encima esos recuerdos», le decía Pereira a su entrevistador. La charla, colgada en Youtube, también se puede visualizar en la página web de la Fundación Antonio Pereira , y posiblemente sea uno de los archivos que la entidad que vela por el legado del escritor, el Ayuntamiento y la asociación A Plena Cultura recuperen mediante códigos QR repartidos por toda Villafranca —y en una segunda fase por dispositivos de realidad aumentada— para celebrar en 2023 el centenario del nacimiento del autor de Los cuentos de la Cábila, Oficio de volar o los poemas de Meteoros .

Sí Pereira le confesaba a Moral que en aquellos días le interesaba más recrear «una Villafranca a la medida de mi invención literaria», serán las ficciones y los versos del autor, junto con sus recuerdos los que servirán de guía para la ruta que las tres entidades empiezan ahora a diseñar. La Calle de Agua, con la desaparecida bodega del Senado, la plaza del Ayuntamiento, el jardín de la Alameda o la casa natal del escritor en el barrio de La Cábila, al otro lado del Burbia, son escenarios que no deberían faltar en el callejero de la Villafranca reinventada con la magia de la tecnología digital.

Y será el poeta, paisano y amigo de Pereira Juan Carlos Mestre , junto con el responsable de la Fundación, Joaquín Otero, y el presidente de la nueva asociación A Plena Cultura, el que fuera director de la Biblioteca Universitaria de León, Santiago Asenjo, los que se reunirán para seleccionar las imágenes extraídas de entrevistas, conferencias, fotografías, textos con la voz del autor o grabados ahora para la ocasión, que los visitantes de Villafranca podrán recibir en sus teléfonos móviles a través de los distintos códigos QR repartidos por la localidad. El propio Asenjo ya fue pionero en 2009 con un proyecto de códigos QR en la Biblioteca Universitaria que facilitó el acceso a sus contenidos mediante una aplicación.

En una segunda fase, y empleando tecnología de realidad aumentada, será posible recrear una suerte de hologramas de Pereira sobre un fondo real, y de nuevo mediante señales que el visitante encontrará en las calles. «Tenemos la tecnología desarrollada y solo es cuestión de aplicarla», explica Asenjo.

Hijo de un ferretero, Antonio Pereira nació un 13 de junio de 1923. A Mino del Moral le reconocía que el colegio de la Calle del Agua donde estudió, con un cura llamado Manolo Santín que impartía todas las asignaturas, influyó mucho en su vocación literaria. Sus gruesas gafas de pasta, por otro lado, también le apartaron de «deportes violentos». El niño de la Cábila acabó obteniendo en León el título de maestro, aunque no ejerció y regentó un negocio de electrodomésticos a la vez que escribía. Casado con Úrsula Rodríguez en 1951, Pereira no publicó su primer libro de cuentos hasta 1966, titulado Una ventana a la carretera.

Fallecido hace trece años y a punto de que la editorial Siruela reedite sus cuentos y poemas , la posibilidad de ver al villafranquino volver desde del pasado en forma de holograma o escuchar su voz a partir de un sencillo código QR, se antoja ahora tan jugosa como sus relatos y más de uno se preguntará qué habría escrito Pereira, siempre tan socarrón, de todo esto.