Diario de León

Quinientas voces de pueblo contra la esquilma de la sanidad rural

Vecinos de Fabero, Peranzanes, Candín y Vega de Espinareda se manifiestan porque faltan profesionales sanitarios, no se cubren las bajas ni las vacaciones, se abusa de la cita previa que "deshumaniza" la atención y se propone trasporte a la demanda para suplir las carencias

Los vecinos de Fabero, Vega de Espinareda, Candín y Peranzanes se manifiestan en defensa de la sanidad rural.

Los vecinos de Fabero, Vega de Espinareda, Candín y Peranzanes se manifiestan en defensa de la sanidad rural.ANA F. BARREDO

Ponferrada

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Ningún pueblo quiere perder el médico y casi ninguno tiene suficiente. En el área de salud que engloba a los municipios de Fabero, Vega de Espinareda, Candín y Peranzanes, hay localidades en las que esa insuficiencia es cero. Por eso, llevan semanas manifestándose y, por eso, han vuelto a hacerlo este jueves con una marcha de protesta entre la plaza del Ayuntamiento y el centro de salud de Fabero. A la cabeza, los alcaldes de los cuatro municipios y tras ellos, vecinos y vecinas indignados porque sienten menoscabado y despreciado su derecho a la sanidad pública, privándoseles de una atención diaria u obligándoles a desplazarse hasta un consultorio que nos les corresponde para ser atendidos. Se les plantea incluso un transporte a la demanda para hacerse las radiografías fuera de su área de salud que rechazan de plano.

Medio millar de personas han participado en la protesta que concluyó con la lectura de un manifiesto con el que se exigió que se mantengan abiertos y activos los consultorios locales y que se cambie la dinámica de la cita previa para el mundo rural, considerando esta como "un paso adelante en el proceso de desmantelamiento de los servicios sanitarios en zonas de poca población" y, de especial relevancia, con una población envejecida que no se acostumbra al "trato deshumanizado de una máquina".

Manifestantes en la protesta por la sanidad rural.

Manifestantes en la protesta por la sanidad rural.ANA F. BARREDO

La falta de profesionales sanitarios es la base del problema. Por eso hay plazas vacantes y no se cubren vacaciones, descansos y/o bajas laborables. Por eso se deja a los vecinos de los pueblos sin atención sanitaria durante semanas, como pasa en el valle de Fornela, donde el médico solo pasa consulta una vez a la semana en Peranzanes y eso contando con que no haya ningún contratiempo por el que tenga que quedarse a consultar en el centro de salud de Fabero. De ser así, los fornelos pueden pasar, y así ha sucedido, "entre tres y cuatro semanas sin médico", explicó la alcaldesa de Peranzanes, Henar García.

El descubierto se repite en todos los municipios del área de salud. "Desde hace dos veranos no se están cubriendo las bajas y, sobre todo, las vacaciones de los profesionales", dijo el alcalde de Candín, José Antonio Álvarez Cachón, que lamenta que "lejos de mejorar, la situación empeora" y, lo peor de todo, "no hay ninguna planificación ni a corto ni a medio ni a largo plazo". El regidor de Candín considera que la Junta de Castilla y León "ha tenido tiempo para tratar de poner soluciones" sin que estas hayan llegado y tiene esperanzas en que así sea.

Los vecinos aseguran que con la pandemia la atención sanitaria empeoró. No les gusta la cita previa ni que cuando necesitan ir al médico les programen la consulta para una semana después. Tampoco quieren tener que ir a Toreno para hacerse una radiografía cuando en el centro de salud de Fabero está preparada la sala a esperar de recibir algún equipo "que ya deberíamos tener por lo menos desde los 90", afirmó la alcalde, María Paz Martínez.

En Vega de Espinareda, más de lo mismo. Si algún día el centro de salud de Fabero -del que dependen todos los demás- necesita un refuerzo de personal por falta de  médicos, en Vega sufren las consecuencias porque el suyo cambia de consulta para cubrir ese vacío. "Es un cambio de cromos" que resuelve en un sitio pero perjudica a otro, se lamentó el alcalde, Javier Salgado.

Manifestación por la sanidad rural en Fabero.

Manifestación por la sanidad rural en Fabero.ANA F. BARREDO

Los cuatro municipios del mismo área de salud que han salido a la calle a defender la sanidad rural este jueves suman más de 8.000 vecinos. Una cifra que se multiplica varias veces durante la época estival, cuando los problemas por falta de medios crecen de igual manera. Solo Lillo del Bierzo, que es uno de los pueblos que se ha quedado sin médico, tiene 400 cartillas sanitarias. Son números suficientes, defienden los manifestantes, contrarios no obstante a la aplicación de "criterios numéricos, como los cupos de cartillas asignados a cada profesional, o de rentabilidad para justificar el recorte de profesionales".

Entre los asistentes a la manifestación, hubo varios representantes políticos, como el presidente del Consejo Comarcal de El Bierzo, Olegario Ramón; el secretario general del PSOE leonés, Javier Alfonso Cendón; y la parlamentaria socialista en las Cortes de Castilla y León Nuria Rubio.

 

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