Fractura en el movimiento vecinal por la politización de su presidencia

La unión que se fraguó en el movimiento vecinal en Ponferrada, sobre todo a raíz de las protestas contra la subida del IBI, es ahora mismo un lejano espejismo. La fractura, sobre todo después de que el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Alberto Zapico, apostara oficialmente por la candidatura de Alternativa Comarcal Democrática (ACD), parece irreparable. Los dirigentes de seis movimientos ponferradinos, los del barrio de Los Judíos, de Fuentesnuevas, Flores del Sil, San Antonio, el poblado de la MSP, y del Puente Boeza, suscribieron ayer un comunicado de desautorización frente a Zapico. En él se recuerda al presidente, que lo es también de la asociación de Cuatrovientos, que la asamblea de la Federación de Asociaciones de Vecinos determinó en su día que no se manifestaría «ni a favor ni en contra de ninguna opción política». Por lo tanto, después de que Alberto Zapico señalara que el movimiento vecinal debe respaldar políticamente los postulados de ACD, la plataforma que encabeza Antonio García Regueiro de cara a los comicios del 25-M, sostienen que no caben más que dos salidas. La rectificación pública, o la dimisión. Tal posicionamiento crítico no parece contar, sin embargo, con el respaldo de asociaciones tan significadas como la de Compostilla, la propia de Cuatrovientos, La Puebla, o la de Flores del Sil en Marcha, escindida de Pajariel. Los detractores de Zapico esperan que reconozca su error en cuestión de horas.