CC.OO. denuncia que Aurima ha cambiado de nombre para no pagar La Guardia Civil interviene ante las protestas de los vecinos por la obra de la escollera en la playa fluvial El PSOE respalda la actitud de los vecinos

Las afectadas de Aurima, la antigua concesionaria del servicio de atención domiciliaria del Ayuntamiento de Ponferrada, denunciaron ayer que esta empresa ha cambiado su nombre -pasando a denominarse SAD Servicio de Atención Domiciliaria- con la finalidad de evitar el pago de los salarios que adeuda a 52 trabajadoras del servicio y que asciende a 130.000 euros. «Tienen el mismo domicilio social, el mismo teléfono y exacto número de seguridad social. Todo esto no hace sino convencernos de que están obrando de mala fe», aseguran. Isabel Céspedes, una de las representantes de este colectivo, ha manifestado además que la empresa está aprovechando la base de datos del Ayuntamiento con el objetivo de realizar un mailing entre los usuarios del servicio en una práctica que tacha de desleal. «El dinero que nos adeuda lo utiliza para la realización de los folletos que envía a los domicilios de los beneficiarios del servicio, sin concretar además que la ayuda que prestaría no es gratuita», señala. Por otro lado, aseguran que al servirse de esta base de datos puede estar cometiendo una ilegalidad, puesto que se trata de una información que no podría ser aprovechada con fines lucrativos. Las trabajadoras, que ya han presentado en los juzgados de Ponferrada las 52 denuncias por impago, han comunicado ya al Ayuntamiento y a la empresa Clece, actual adjudicataria del servicio a domicilio, las prácticas de Aurima, aunque, por el momento, no han recibido respuesta de ninguno de los dos. Asimismo, han enviado un escrito al nuevo concejal de Acción Social, Reiner Cortés, con el fin de mantener con él una reunión antes de que finalice el periodo estival con el fin de que el Ayuntamiento les de una salida, aunque por el momento, el Consistorio no ha reconocido la deuda como responsable subsidiario del impago. Las empleadas del servicio de atención domiciliaria denunciaron los hechos el pasado mes de mayo, poco después de que Clece se hiciera cargo de la concesión municipal y Aurima se desentendiera de la deuda de 130.000 euros que mantiene aún con las empleadas. Por otro lado, las trabajadoras consideran que las 52 denuncias que presentaron en los juzgados en los meses pasados comenzarán a resolverse una vez haya pasado el mes de agosto, inhábil a efectos judiciales. No obstante, mientras que algunas de ellas han optado por acogerse a la ayuda ofrecida por los servicios jurídicos de Comisiones Obreras, otras tantas han preferido acudir a los tribunales de manera individual con el fin de recibir atención de letrados ajenos al sindicato. Por su parte, Celia González, responsable de SAD, ha rechazado hacer declaraciones acerca de la deuda que Aurima mantiene con las trabajadoras y ha afirmado que Aurima se ha disuelto, SAD es una nueva empresa y defiende su derecho a seguir trabajando de manera autónoma. Los vecinos de Vega de Espinareda se han movilizado con el fin de paralizar el inicio de la construcción de la escollera. Consideran que es injusto privar a la gente del uso de la playa fluvial y proponen posponer las obras hasta finales de este mes. A primera hora de la mañana de ayer, una veintena de personas trataron de impedir el trabajo de las máquinas con sus protestas. La Guardia Civil intervino desalojando a los presentes. Posteriormente, algunas personas intentaron dialogar con el alcalde para llegar a un acuerdo, a lo que éste se negó en todo momento. El alcalde se desentiende El alcalde del Ayuntamiento de Vega de Espinareda, Mario Guerra García, asegura que no es responsable de las obras que para la construcción de la escollera se están llevando a cabo debido a que dichas obras las está ejecutando la Confederación Hidrográfica del Norte. Estas obras han provocado un gran malestar entre algunos vecinos porque afectan a la zona de baño de la playa fluvial del municipio. Según explica el alcalde del Partido Popular, la construcción de esta escollera, necesaria para evitar posibles desprendimientos de tierra en el parque futuro que se pretende construir, es un compromiso adquirido por el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica, que asume el coste total de las obras. La razón para empezar las obras, aprobadas en diciembre, en estas fechas veraniegas, es porque en el mes de septiembre empiezan las lluvias, y dado el abundante caudal del río Cúa, retrasarla haría materialmente imposible la constru- cción de la misma. Las actuaciones de determinados vecinos, que han intentado paralizar la construcción de la escollera, han provocado que las obras se suspendan indefinidamente por parte de Confederación Hidrográfica del Norte hasta que esta polémica y malestar se solucione. «Esto supone un grave perjuicio para la construcción del parque, y en general a todos los vecinos que no podrán disfrutar del mismo», sostiene Mario Guerra. Por otro lado, el alcalde de Vega de Espinareda lamenta profundamente los daños y perjuicios que se han ocasionado a los vecinos y visitantes del municipio pero asegura que no existe otro momento para iniciar estas obras. El PSOE de Vega de Espinareda respalda la actitud de los vecinos que se han movilizado para paralizar los trabajos de construcción de una escollera. Los socialistas exigen al gobierno municipal del PP y UPL que aplacen las obras un mes para no causar molestias a los bañistas que disfrutaban de la playa fluvial hasta hace unos días. Además, el PSOE pide al alcalde que se baje de su pedestal y escuche las reivindicaciones justas del pueblo. «La actuación de la Guardia Civil cuando los vecinos trataron de parar las máquinas que trabajaban en las obras recuerda a otros tiempos», opinan los socialistas.