Diario de León

El propietario del local propuesto por el Ayuntamiento niega que vaya a alquilarlo a Caracol

El rechazo vecinal deja sin sede en San Ignacio a la asociación anti sida

La Asociación de vecinos La Puebla se queja al concejal de Acción Social tras la alarma creada

Fotografía cedida por la policía de los envoltorios de cocaína

Fotografía cedida por la policía de los envoltorios de cocaína

Ponferrada

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La alarma social que ha creado en el barrio de San Ignacio el traslado de la sede de la asociación de apoyo a personas con Vih Caracol dejará sin local al único grupo anti sida de la comarca. El establecimiento que el concejal de Acción Social, Reiner Cortés, había buscado personalmente en el número 2 de la calle Lago de Carucedo para que sirviera de base provisional a Caracol albergará finalmente una tienda de telefonía móvil, según aseguró ayer su propietario a este periódico. Las comunidades de vecinos próximas al local comenzaron a movilizarse el pasado fin de semana iniciando una recogida de firmas y convocando a la directiva de la Asociación de Vecinos La Puebla para exponerles su rechazo a la ubicación de Caracol, que en principio iba a compartir sede con la Asociación de Minusválidos del Bierzo, según adelantó este periódico. La noticia causó crispación entre algunos de los residentes, que llegaron a increpar al presidente de la comunidad de vecinos del número 2 de la calle Lago de Carucedo, Tomás Gómez. «Por poco me pegan el viernes por la noche», reconoció ayer. El propio Gómez, y en nombre de la Asociación La Puebla trasladó ayer las quejas al Reiner Cortés, que defendió el derecho de Caracol a disponer de una sede y lamentó el «prejuicio» del vecindario. «Lo vinculan con el mundo de la droga y está claro que estamos ante un problema de desinformación», manifestó Cortés. Falta de información Gómez se quejó de que el Ayuntamiento no ha informado a los vecinos sobre la actividad de Caracol e insistió en que el vecindario no tiene nada contra la asociación, pero no quiere tener en el barrio un local que ya han rechazado en Compostilla y en Navaliegos. En parecidos términos se expresó el presidente de La Puebla, Antonio López. El presidente vecinal tenía noticia de que el propietario del local ha recibido presiones en los últimos días y ya tenía constancia ayer de que finalmente no arrendará el establecimiento a Caracol. Tanto Gómez como López insistieron en que los vecinos no están en contra de la asociación Caracol, pero no pueden evitar la desconfianza que genera el entorno que atribuyen al colectivo de enfermos de sida. La Asociación Caracol, que todavía no había firmado el contrato de arrendamiento, pero ya había visitado el local , también temía ayer que las presiones vecinales pudiera echar por tierra su traslado a San Ignacio, a la espera de que el Ayuntamiento les ceda una sede permanente. «No queremos precipitarnos si va a haber un ambiente de presión», declaró su portavoz, Juan Manuel Rego, antes de asegurar que desconocía si el propietario había cambiado de intenciones. Rego recalcó que en el local, formado por planta baja y entreplanta, se habían iniciado incluso las obras para acondicionar un baño de minusválidos.

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