Diario de León

Riesco denuncia la incoherencia de Saavedra al criticar la montaña de carbón y no a la Deportiva

El PP reedita la aprobación del plan de urbanismo en un pleno bronco

El PSOE vota en contra del PGOU con acusaciones de especulación e ilegalidades Pantallas de te

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Manuel Félix - ponferrada
Ponferrada

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El de ayer fue el pleno del ping-pong. Cada embestida crítica de la oposición socialista, en contra de la aprobación provisional del plan de urbanismo de Ponferrada, recibía como respuesta otro argumento demoledor por parte del equipo popular del alcalde. Los votos del PP sacaron adelante sin problemas las alegaciones aceptadas que fueron presentadas al Plan General de Ordenación Urbana del municipio. El PSOE votó en contra. A partir de ahora se abre un periodo de alegaciones, tras el cual se llevará de nuevo a pleno la aprobación definitiva del documento que marcará el diseño urbanístico de la Ponferrada del presente y del futuro. Los portavoces del PP y PSOE volvieron a enzarzarse en un cruce ácido de acusaciones sobre urbanismo, en un pleno en el que, lo que para unos todo era blanco, para el otro era negro. La oposición socialista, con Ricardo González Saavedra al frente, volvió a utilizar las mismas cargas de profundidad soltadas en el pleno anterior. «Siguen ustedes la línea de los agentes especuladores inmobiliarios», le llegó a decir ayer el político socialista al alcalde Carlos López Riesco y al edil de Urbanismo, a Juan Elicio Fierro, que ofició de portavoz en este asunto. Y fue más allá el representante del PSOE, al afirmar que «los apellidos ilustres» de la ciudad son los principales beneficiarios del nuevo plan de urbanismo. Desde las filas del PP respondía Fierro y Riesco, y lo hacía el primero asegurando que Saavedra, en sus argumentos, «se pasa por la entrepierna las consideraciones legales» que marca dicha ordenación urbana, al tiempo que ponía de manifiesto que el dirigente de la oposición ignoraba la ley, era «poco consecuente», utilizaba en sus argumentos una «falta de rigor», y llegaba a utilizar el insulto para intentar desprestigiar el trabajo de los técnicos, de los redactores del plan y del equipo popular que lo sustenta. Ejemplos claros de la visión bien contradictoria sobre la aprobación del plan de urbanismo se dieron cuando por parte del PSOE acusan reiteradamente al PP de no dar participación a la ciudadanía y tratar de aprobar de tapadillo, y entre fiestas, el PGOU. El PP respondía recordando la firma de acuerdos del Ayuntamiento con las asociaciones y los encuentros a puerta abierta del alcalde con todos los barrios. Para el PP, el plan es distributivo y no frena el desarrollo urbano. Para el PSOE sólo es especulación y propicia el pelotazo. Para el PP, existen equipamientos suficientes, y el PSOE dice que no. Para el PSOE, no existe conexión viaria en los pueblos, y el PP cita las nuevas circunvalaciones. El PSOE alude a las sentencias de La Rosaleda, y el PP le contesta que no hay sentencia firme. Los socialistas acusan a los populares de engañar con el suelo rústico, y todo lo contrario dicen éstos. El alcalde, como colofón del pleno, intentó sacar los colores al portavoz socialista cuando le reprochó que no criticara el convenio urbanístico de las 202 viviendas concedidas por el Ayuntamiento a la Deportiva Ponferradina, y sí el de la montaña de carbón.

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