El bosque encantado

RELEYENDO algunos suplementos monográficos de la Revista TIERRAS de Castilla y León, se comprueba que el campo leonés viene siendo un gigante con pies de barro y que las comarcas pierden población en un territorio divergente y desordenado. Las comunidades autónomas, por su parte, ultiman los programas de desarrollo rural para su inmediata presentación ante la Comisión Europea que los aprobará en un plazo de seis meses y lo que vemos son 17 proyectos con 17 políticas de desarrollo rural diferentes, mal empezamos. Aquí el Ayuntamiento anuncia un «proyecto muy ambicioso que consolida a Ponferrada como un municipio verde en el más amplio sentido de la palabra». Proyecto a desarrollar desde el Ayuntamiento y la Universidad para «convertir a Ponferrada en un bosque muy grande», según el responsable del mismo, Alfonso Fernández-Manso. En realidad, ya era un municipio verde en 1990, cuando tenía 13.050 hectáreas de superficie forestal, 6.091 de prados no labrados, 6.325 de monte leñoso, 15.282 de superficie agrícola censada, y sólo 1.585 hectáreas de monte maderable, según datos de la Junta de Castilla y León. «El abandono del mundo rural y los incendios forestales son los mayores problemas del bosque ponferradino, hay años en los que se llegan a quemar mil hectáreas», lamenta el informe, para concluir que el desarrollo del bosque irá de la mano del desarrollo rural. O sea que si no hay desarrollo rural, tampoco habrá desarrollo del bosque. Este es el muro hasta ahora infranqueable, el eterno dilema del futuro del mundo rural por el que apostamos todos, desde la Unión Europea hasta la última junta vecinal, pero cuyo declive no se si lograrán detener la nueva ley en ciernes y los buenos deseos que un año tras otro libera el llamado Día Forestal Mundial. Que el asunto tiene interés se deduce no solamente de las iniciativas legales en curso. Basta asomarse a internet donde una ONG nos dice que dispone de 294.000 metros cuadrados para regenerar en Espinoso de Compludo, o las innumerables ofertas empresariales de «rentabilizar su dinero» en plantaciones forestales de alto rendimiento económico. Bienvenidas sean las palabras del alcalde, cuando asegura que tienen las ideas claras y que van a hacer desde este equipo de gobierno, (esperamos que no gobiernen los cincuenta años del plan), una apuesta decidida por poner en valor los montes del municipio.