180.000 euros de premio por un «golpe» de mala suerte

La suerte es caprichosa y la buena aún más. Un vecino de Camponaraya es desde el pasado domingo un hombre más rico y seguramente algo más feliz. Pero acaso lo sería aún más si en lugar de acertar los catorce resultados que le reportarán un premio de 180.000 euros -incluidas varias de doce y trece- hubiera atinado con el anhelado pleno al 15. Entonces, al afortunado le habrían correspondido cerca de 400.000 euros en lugar de los 180.000 ya citados. La culpa fue, en el sentido más estricto del término, de un «golpe» de mala suerte. Y se produjo ya el sábado cuando el árbitro alemán Herbert Fandels decidió suspender en el último minuto el choque internacional entre Dinamarca y Suecia. El colegiado germano había decretado un penalti a favor de Suecia, que tenía la posibilidad de deshacer el empate a tres que lucía en el marcador. Si los suecos hubieran marcado, el acertante de Camponaraya habría conquistado el pleno. Pero un airado hincha danés saltó al terreno de juego y agredió al árbitro, que optó por enviar a todos los jugadores al vestuario con lo que para la quiniela, en lugar de aparecer un dos final quedó registrada una equis. Con bastante más capacidad de síntesis y con un cierto tono de lamento lo relataba ayer también a la prensa y a muchos de sus clientes, Jesús Díaz «Suso», el propietario del bar Las Eras, situado justo al lado del recinto ferial de Camponaraya, donde el agraciado selló el boleto ganador. «Suso», sin embargo, sólo reveló que el tocado por el azar es un cliente más o menos habitual, que pagó ocho euros por un boleto de cuatro dobles, y que a lo largo de la mañana de ayer lunes ya se pasó por su establecimiento hostelero en amistosa conversación con el director de una sucursal bancaria local.