Vitro asegura a los sindicatos que si presenta un ERE recortará 150 empleos

Los representantes de los trabajadores de Vitro Cristalglass se reafirmaron ayer en su contestación inicial a la decisión de la compañía de dar de baja a 70 de sus 600 operarios en las plantas de Camponaraya y La Rozada hasta el mes de enero. El clamor generalizado de las asambleas en contra de la postura de la empresa llevó ayer a los portavoces de los sindicatos UGT y CC.OO. a advertir de que no se quedarán con los brazos cruzados frente a lo que consideran un ERE encubierto. Aunque el representante de Comisiones, Luis Carballo, reveló que la compañía les ha asegurado que si tiene que acudir a un expediente de regulación de empleo (ERE) no serán 70 sino 150 los puestos que se recortarán para garantizar la viabilidad de la industria frente a la caída de pedidos por la crisis de la construcción. El representante de la UGT y presidente del comité de la factoría de La Rozada, en Villadecanes-Toral, José Manuel González fue muy sucinto en su posicionamiento. «No vamos a consentir que se prosiga con la limpieza», aseguró en referencia a la posibilidad de que después de enero la empresa siga teniendo las manos libres para recortar plantilla. Lo que menos gusta a la parte social es que las supuestas facilidades que la filial de la multinacional mexicana ha dado tanto para la no renovación de 40 contratos eventuales y la rescisión de otros 30 indefinidos no aparezcan de ningún modo por escrito y bien definidos. Como por ejemplo las posibles indemnizaciones por bajas voluntarias o el sistema de jubilaciones parciales e incluso de recolocaciones, como se ha ofrecido, en una nueva factoría de Vitro Cristalglass nada menos que en París. Por todas estas razones y tras corroborar el profundo malestar que late entre toda la plantilla por la iniciativa de la compañía, el asunto ya está en manos de los servicios jurídicos de los sindicatos para estudiar las fórmulas desde la que plantar cara al ajuste que ya esta en marcha. Porque lo que tampoco ha gustado nada desde el punto de vista formal a las centrales obreras es que de los 30 indefinidos que se irán a la calle, once de ellos ya lo estén efectivamente. En esta coyuntura de desencuentro entre la partes, sino se logran acercamientos, incluso con la administración de por medio, el camino hacia la conflictividad parece bastante abonado. Los sindicatos creen que aunque la empresa ha visto reducido su nivel de pedidos, lo cierto es que sigue arrojando unos notables beneficios. Cita en los juzgados Entretanto, las dos partes están citadas hoy en el Juzgado de lo Social en Ponferrada por la denuncia de los sindicatos del incumplimiento de la empresa de las condiciones del convenio. Sobre todo en lo que toca a la aplicación de la subida del 2007 en todos los conceptos salariales.