El debate de los recortes

Mientras arrecian los recortes y empiezan a tupirse las nieblas del próximo presupuesto, el gran debate político de los líderes regionales trata de dilucidar si Herrera consultó con Villarrubia y con José María González, como dice, una postura de Comunidad para la Conferencia de Presidentes, o fue ocurrencia suya. Según el socialista Óscar López, miente; según el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, las comunicaciones oficiales siempre dejan rastro y más vale que López y Villarrubia sintonicen para no tener que mostrarles la prueba confidencial. En todo caso, no deja de ser un debate irritantemente frívolo, con la que está cayendo.

Aunque la disputa es muy reveladora de otros desencuentros. Óscar López es el número tres de la ejecutiva federal de Rubalcaba y portavoz en las Cortes de Castilla y León, por donde fue candidato socialista en las últimas elecciones autonómicas. Este año dio paso en la secretaría del partido regional al diputado palentino Julio Villarrubia, mientras él se mantenía en la portavocía. En un principio, Villarrubia apareció como un simple vicario de López, pero los últimos resultados electorales han hecho chirriar la bicefalia, de manera que en el propio grupo parlamentario ya hay procuradores claramente alineados con el palentino, que además se ha convertido en objeto de arrumacos y atenciones por parte de la Junta.

Los que se apuntan al grupo de Villarrubia (agropalentinos, les llaman los otros) consideran que la deriva de las sucesivas elecciones de este año y la preparación de la convocatoria europea de 2014 va a laminar el frágil liderazgo de Rubalcaba, al que asocian la suerte de Óscar López. Y eso, suponiendo que Rajoy no tenga la tentación de adelantar las elecciones para impedir que pueda consolidarse un candidato socialista alternativo al calcinado Rubalcaba.

Lo cierto es que estos dibujos no dejan tiempo para ocuparse de los temas importantes, que tienen que ver con las menguas y recortes que afectan a la gente. Más de la cuarta parte de nuestros paisanos se encontraba ya en 2011 al borde de la pobreza y los desahucios ponen al desnudo cada día la diferente vara de medir que se aplica a los ruinosos gestores de las entidades de ahorro y a los incautos hipotecados. A este propósito, se anuncian medidas reparadoras, pero con un trámite tan lento que cuando finalmente se encuentren operativas, la magnitud del daño resultará irreparable. En cambio, de las alegrías gestoras de las Cajas se va conociendo el importe de los bocados, pero no hay indicios de ninguna clase de reparación. Y ya llevamos tiempo con esa pesadilla.

De momento, la cita para conocer unas y otras posturas se traslada al debate presupuestario, que esta vez llega carcomido por los recortes. Hasta las melancolías que llevaron a Villalba a la vía estrecha, el grupo socialista de las Cortes presentaba cada año un presupuesto alternativo coordinado por Octavio Granado (responsable de la Seguridad Social en el gobierno de Zapatero), que servía para cohesionar equipos de trabajo y para visualizar en el escenario parlamentario opciones diferentes. Esta semana Herrera le ha pedido a López que se deje de tramitar la misma enmienda a la totalidad de todos los años y que ponga a trabajar a su grupo en la elaboración de un presupuesto alternativo. Es más, se ha comprometido a protagonizar con él, en ese caso, el debate presupuestario.

Teniendo en cuenta la sangría de los recortes que afectan a todos los servicios esenciales, no parece mala palestra la discusión presupuestaria para contrastar posturas diferentes. A ver si hay suerte.