La aplicación del 'céntimo sanitario' provocó una caída en las ventas de carburantes del 23%

 La aplicación del céntimo sanitario, que entró en vigor en marzo del pasado año, ha provocado que las ventas de carburantes en las gasolineras de la región descienda un 23 por ciento, lo que supone que entre marzo y diciembre del pasado año las estaciones de servicio de Castilla y León dispensaron 523 millones de litros menos que en el mismo periodo de 2011.

Además, según los datos ofrecidos hoy por la patronal del sector, esta caída de las ventas también ha supuesto que la Junta de Castilla y León, después de descontar el 'céntimo sanitario', deje de ingresar 120 millones de euros en impuestos, y que la mayoría de estaciones de servicios hayan tenido que reducir sus plantillas.

El presidente de la Agrupación de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro, calificó de «incompresible» la negativa de la Junta a eliminar este impuesto tras comprobar, mes tras mes, como se reduce el consumo de carburantes. «Ante esta situación, sólo nos queda pensar que la responsable de la Consejería de Hacienda no está lo suficientemente preparada, o que el ego personal está por encima de los intereses de los ciudadanos de esta tierra. No estamos haciendo demagogia, estamos diciendo la verdad en función de unos datos que no son nuestros, que son del Ministerio de Industria», afirmó Pizarro.

El responsable de Avecal también indicó que el mayor daño de esta situación de «indefensión» que sufre el sector lo han sufrido las personas que han perdido su puesto de trabajo por este descenso de ventas. «No podemos comprender que se pueda perder un empleo por un mala gestión política y que encima no se quiera rectificar cuando la situación está provocando a todo el mundo», aseveró Pizarro, además de recordar que en la provincia de Burgos las ventas en noviembre y diciembre cayeron un 27,7 y un 24 por ciento, respectivamente, en la vecina provincia de Álava -en el País Vasco no se aplica este impuesto- se incrementaron un 25,4 y un 22 por ciento.

Pizarro continuó sus críticas contra la Junta asegurando que si a los políticos se les aplicara una responsabilidad penal y patrimonial sobre sus actos, «como la que tenemos todos los ciudadanos, seguro que no actuarían así», para preguntarse cuál sería el sueldo de la consejera de Hacienda si éste dependiera de los resultados de la aplicación del céntimo sanitario.

Invitación al fraude

Muy crítico también se mostró el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Estaciones de Servicios (Fereclaes), Horacio Sansegundo, que afirmó que el sector pasa por una situación «insostenible». Además, indicó que con esta normativa fiscal se está «invitando a la gente al fraude fiscal», puntualizando que además de incrementar la venta del gasóleo B un 300 por ciento, «algo nunca visto», también ya se ha registrado un caso de una gasolinera que intentó dejar de pagar el 'céntimo sanitario' intentando hacer ver que el carburante se había descargado en otra comunidad.

Además de indicar que los datos del enero y febrero de este año también han sido «pésimos» al sector, cifró en un 70 por ciento el descenso de la facturación de los lavaderos de las estaciones de servicio y en un 30 por ciento las ventas de las tiendas.

En la misma línea se pronunció el presidente de Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio que además de pedir la retirada del este impuesto, al que calificó de «injusto», argumentó que su aplicación está motivando una pérdida de competitividad de todo el tejido empresarial de la región.

Aunque reconoció que estaciones de servicios y transportistas son los sectores más afectados, Aparicio indicó que la aplicación del 'céntimo sanitario' también está repercutiendo negativamente en otros sectores como el comercio y la hostelería, así como en las propias arcas de la Junta de Castilla y León, qué está recaudando menos impuestos.