Castilla y León planta cara a Madrid por su discurso ‘a la catalana’ antisolidario
El portavoz le reprocha el sinsentido de reclamar deudas o fijar el euro por receta y bajar impuestos.
Con los dedos de la mano se cuentan las ocasiones en que el Ejecutivo de Castilla y León se ha puesto del lado del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, autor de las contestadas reforma local o déficit a la carta. Y ayer fue un día excepcional.
El portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, cargó contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid por el doble discurso de bajar impuestos mientras implanta medidas recaudatorias –como el a la postre invalidado euro por receta–, o se queja de que el Gobierno central le debe dinero. «En estos momentos, estos vaivenes no son buenos», resumió.
El consejero fue más comedido de lo que fue Montoro cuando, tras conocer las intenciones de Ignacio González de rebajar la fiscalidad en Madrid, sentenció: «Si baja impuestos es que le sobra el dinero».
Pero las palabras del portavoz de la Junta calaron en la capital de España y, minutos después, su homólogo madrileño, Salvador Victoria, recetaba «austeridad» a Castilla y León, y justificaba su gestión con unos argumentos próximos al discurso antisolidario del presidente catalán, Artur Mas.
Al término del Consejo de Gobierno, De Santiago-Juárez expuso la aparente contradicción en que incurre Madrid, que tan pronto culpa al Ejecutivo de Rajoy de sus problemas económicos o la asfixia por el déficit, como se permite prescindir de ingresos propios, en este caso con la rebaja del tramo autonómico del IRPF.
Euro por receta
«Cuesta entender que hace tres o cuatro meses se quería implantar el euro por receta como medida recaudatoria y a los tres meses mal contados se bajan impuestos (...) Es difícil de entender que se exija que el nuevo modelo de financiación autonómica entre en vigor el 1 de enero de 2014 porque les faltan mil millones, y que en cuatro días se bajen impuestos», reflexionó.
Preguntado después por la repercusión que las distintas políticas fiscales puedan tener sobre la unidad de mercado en España, el portavoz de la Junta agregó que «no es bueno», porque el país está «saliendo de la recesión pero no ha superado la crisis».
El portavoz del Gobierno de Ignacio González, Salvador Victoria, replicó una por una las declaraciones de su homólogo castellano y leonés. Explicó que el euro por receta no tenía fines recaudatorios y sí de «ahorro», como se demostró en los 21 días que estuvo en vigor hasta la suspensión del Constitucional; y puntualizó que Madrid «no pide mil millones más de financiación», sino recibir lo que le corresponde por los recursos que genera vía recaudación que, a diferencia de Castilla y León, son «suficientes» para mantener sus servicios públicos, informa Efe.
Victoria hacía suyas las tesis de los soberanistas catalanes, el España nos roba, al esgrimir que Madrid aporta más a la hucha de la recaudación autonómica de lo que recibe del modelo; argumento que choca con el principio de solidaridad territorial que inspira la ley.
El portavoz del Gobierno de González no se quedó ahí, e invitó a la Junta a tomar la senda de la «austeridad» que Madrid inició en 2008 si quiere imitar la rebaja de impuestos.
De Santiago-Juárez no pudo replicar –sus declaraciones fueron previas–, pero sí había señalado ya que Castilla y León toma sus decisiones en materia fiscal –para 2014, cinco nuevas deducciones para empresas– para «mantener la calidad contrastada» de sus servicios públicos que –añadió– «mejoran los resultados» de Madrid «en todos sus parámetros».
No aludió a ello el portavoz del Gobierno Herrera, pero cabe recordar que Ignacio González ha sido uno de los barones del PP más beligerantes con Montoro por los tratos de favor a Cataluña. El presidente madrileño, que votó en contra del objetivo de déficit a la carta que para 2013 le asignó el Ministerio, llegó a insinuar que había «riesgo» de incumplirlo si el Gobierno no le pagaba sus deudas, porque no había «más margen para hacer reducciones».