La Junta recusa las críticas de Aparicio por el céntimo: «Que se mire al espejo»

Las críticas severas que lanzó el miércoles contra la Junta el presidente de Cecale, Santiago Aparicio, pueden traer cola . De momento, ayer, visiblemente molesto, fue el portavoz del Ejecutivo autonómico, José Antonio de Santiago-Juárez, el encargado de replicarlas. Y no fue con una declaración más, habitual en la refriega político-mediática del día a día. Las palabras del consejero tenían miga . El tiempo dirá si también eran sintomáticas.

Aparicio había acusado a la Junta por su «falta de diálogo» y por su «soberbia» al no retirar el céntimo sanitario, pese a que la patronal le advirtió insistentemente del «agujero» [término que empleó el vicepresidente de Avecal] que ocasionaría en sus arcas. Y De Santiago-Juárez le contestó veinticuatro horas después, desde la sala de prensa del Consejo de Gobierno: «Cuando hoy se ha mirado al espejo, habrá visto sus problemas».

Ahí está la clave. Si la Junta se siente dolida por el trato de Aparicio —el portavoz dijo de él que «no estuvo afortunado ni en el tono ni en las palabras»— es porque, cuando tuvo problemas para enderezar una organización tocada por sus divisiones internas y sus dificultades económicos, el Gobierno autonómico «estuvo ahí».

«No creo que [Aparicio] pueda acusar a la Junta de soberbia, de falta de diálogo y de tapar agujeros. La Junta ha dado muchas muestras de cooperación con él para restablecer un diálogo que estaba roto en Cecale, y alguna responsabilidad tendrá él. También de tapar agujeros en Cecale, difíciles y complejos, donde la Junta no tenía ninguna responsabilidad. Y de soberbia, somos un ejemplo de diálogo con la patronal y, en general, con el Diálogo Social».

Las palabras del portavoz hablan por sí mismas. La hemeroteca permite, no obstante, recordar la llamada al orden a los líderes de las patronales provinciales y el espaldarazo público a Santiago Aparicio que oficializó De Santiago-Juárez en noviembre del año pasado, tras un Consejo de Gobierno; o el adelanto de la subvención que autorizó la Junta para oxigenar las cuentas de Cecale en un momento crítico.

Recusadas las declaraciones del máximo responsable de la patronal, el consejero volvió a incidir en que la «magnitud del problema» originado por al sentencia de Luxemburgo es «mínima» en Castilla y León, aunque parezca lo contrario.

Recordó que la Junta hizo uso del tramo autonómico de este impuesto «estatal» —remarcó— en marzo de 2012, «cuando ya no podía más», en una situación económica complicada por el «riguroso» objetivo de déficit que debía cumplir; porque los ingresos «se caían» y «había que mantener los servicios». «¡Porque parece que la financiación viene de la lotería!», exclamó.

De Santiago-Juárez contrapuso esta situación con la de otras comunidades, que aplicaron el céntimo sanitario «en los años de bonanza», e insistió en que el tramo estatal del recargo llevaba 11 años aplicándose cuando el tribunal europeo lo declaró ilegal. «¿Dónde estaba el señor Aparicio estos años? ¿No se enteraba?», se preguntó.

Por último, tras admitir que este impuesto —legal desde el 1 de enero de 2013— es «antipático», asumió que «mientras la situación esté así» la Junta no lo suprimirá. «Cuando se gobierna hay que tomar decisiones, y viene muy bien para financiar la prestación de servicios», zanjó.