Las Cortes se llenan de dignidad
Castilla y León celebra el 32 aniversario del Estatuto con un homenaje a las víctimas del terrorismo. Cirac: «Queremos que el sacrificio de todos y cada uno de vosotros no se desvanezca en la memoria».
Juan José Aliste muestra emocionado la Medalla de Oro de las Cortes en presencia de su presidenta, María Josefa García Cirac.
Las distintas asociaciones de víctimas del terrorismo de Castilla y León, con más de 400 personas en las tribunas de invitados, llenaron ayer las Cortes de «dignidad» y reclamaron, por voz del capitán Juan José Aliste, que se colmen sus deseos de «justicia», tras recibir de manos de la presidenta de las Cortes, Josefa García Cirac, la Medalla de Oro de esta institución.
En su discurso institucional con motivo del 32 aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, que abrió el acto, García Cirac aseguró que «el sufrimiento» de las víctimas del terrorismo «no es solo pasado, es presente y futuro» y recordó que «todavía son muchos los atentados sin resolver y sin juzgar», según informa Efe.
Recalcó, al referirse a las víctimas, que los ciudadanos de esta Comunidad quieren «forjar» un porvenir en el que estén presentes y que «sean plenamente visibles en nuestra sociedad».
La presidenta de las Cortes autonómicas reconoció en su discurso que «al estar cara a cara ante vosotros (las víctimas) resulta difícil afirmar que el terrorismo ha finalizado».
«Porque en Castilla y León llamamos a las cosas por su nombre y no escribimos relatos confusos de nuestro pasado....Por eso, nuestra narración contará que ni existió lucha armada ni el alto el fuego. Simplemente el asesinato y la extorsión», insistió la presidenta de las Cortes.
Después de enfatizar: «Queremos que el sacrificio de todos y cada uno de vosotros no se desvanezca en nuestra memoria», la presidenta de las Cortes de Castilla y León aseguró que las reivindicaciones de las víctimas del terrorismo van «a estar presentes». En su discurso la presidenta de las Cortes también señaló que «la mayor de las contribuciones que una personas puede hacer es la de defender, entregando incluso su propia vida, los bienes más preciados de nuestra sociedad, que son la democracia y la convivencia en paz y libertad».García Cirac aseguró que «el final del terrorismo, venga de donde venga, no es una concesión generosa de los asesinos» y afirmó que las víctimas no están obligadas a responder con el perdón».
