La comunidad mira lejos, muy lejos, pero no tanto

Pocas veces la actualidad política de Castilla y León ha estado tan alejada de la propia comunidad como esta semana. Las noticias sobre el futuro de los fondos europeos, que al principio llegaban como a cuentagotas, -y siempre a través del tamiz de los complejos y aún lejanos cauces europeos-, y ahora saturan los medios de comunicación con cifras y porcentajes, han protagonizado el debate político pese a que a algunos el análisis y las previsiones sobre los mismos se les antojen algo todavía prematuro. De prematuro nada, sobre todo teniendo en cuenta que de lo que se está hablando ahora mismo, -y que para otros es motivo de pesimismo-, es del escenario sin duda más positivo para Castilla y León. ¿Qué pasará cuándo empiece a hablarse de perspectivas más negativas? ¿Será entonces cuándo el ejecutivo autonómico empiece a preparar su estrategia? Se ha hablado mucho de fondos europeos y de los peldaños o categorías que la UE concede a los diferentes territorios (Objetivo 1, 1Bis, Objetivo 2 reforzado, etc.), pero también han corrido ríos de tinta sobre la compleja situación política que vive estos días la comunidad catalana y por ende el Partido Socialista y, «por más ende», el conjunto de España. Hay quien hasta ha comparado la patata caliente que los socialistas tienen en Cataluña con la que, a nivel local, soportan en el municipio de Villaquilambre. Las comparaciones son odiosas, que dicen. Así, de Bruselas a Barcelona, pasando por Madrid han ido transcurriendo los últimos días. Y eso que esta semana había pleno en las Cortes de Castilla y León. El primero del actual periodo de sesiones y el último antes de las próximas elecciones generales. Pero como si no. Al final, y a pesar de las expectativas creadas, el pleno de este mes pasará a la historia parlamentaria, como muchos otros, sin pena ni gloria. Los grupos parlamentarios no supieron, o no quisieron, trasladar al hemiciclo la tensión del debate político diario, algo que sí consiguieron en los plenos que precedieron a los pasados comicios municipales y autonómicos. Nueva moda Durante el largo pleno parlamentario, que se prolongó hasta la noche del pasado martes, los procuradores debatieron un buen número de cuestiones (20 preguntas entre orales y de actualidad, y 14 iniciativas parlamentarias), algo que responde a la nueva moda de concentrar en una sola jornada lo que antes se venía haciendo en una y media o incluso dos. Para los socialistas, esta moda es tan sólo una estrategia del grupo mayoritario para hacer insufrible el pleno y conseguir diluir en un mar de asuntos las cuestiones más importantes. Con gran conocimiento del sistema, el procurador palentino José María Crespo recordaba estos días que ningún medio de comunicación tiene espacio suficiente como para recoger todo lo que se debate en la Cámara autonómica. Por lo demás, los populares ya han anunciado que la actividad de las Cortes durante la inminente campaña electoral se ralentizará al máximo con objeto de que el debate electoral no interfiera en el trabajo diario del Parlamento autonómico, ni al revés. Si bien la decisión es muy coherente, lo raro es que fueran ellos, los populares, y no la Mesa de las Cortes, los encargados de transmitirla al resto de parlamentarios, según han criticado estos días los socialistas. Por favor, no confundir En cualquier caso, la prudencia a la hora de que no se confunda el devenir político diario con la campaña electoral es tal que hasta los actos conmemorativos del 21 aniversario de la promulgación del Estatuto de Castilla y León han quedado reducidos a la mínima expresión. Por no haber, no habrá ni primera piedra para escenificar el inicio de las obras de la nueva sede de las Cortes, que precisamente coincide con estos días pre-electorales. Claro que, como dice Fernández Santiago, es preferible que se sepa que ya, de verdad, por fin, comienzan los trabajos, que ser criticado por protagonizar otra colocación de pedrusco simbólico, de las que, por otra parte, hay tantas.