Un laberinto de ingrávidos colores

Aquel que visite la exposición Comunicadores , que el artista leonés Santos Javier presenta en la sala del Centro Cultural de Caja España-Duero, en la calle de Santa Nonia, está obligado a integrarse en las instalaciones que propone, a circular a través de ellas, a perderse en el laberinto decolores primarios y brillantes que el pintor-escultor-digimaestro ha diseñado.

«El hombre crea y genera objetos, y uno de los que mejor representa al hombre actual es el automóvil. Con ellos también se genera y se gasta mucho dinero. El dinero y los coches son cosas que circulan, que producen poder. Esto es lo que he intentado reflejar en las instalaciones que dan forma a esta exposición», dice el artiesta. En los últimos tiempos Santos Javier se ha decidido por la creación de objetos de grandes dimensiones, impresos y recortados sobre aluminio, que están pensados para que vuelen libremente, para que permanezcan ingrávidos en el aire.

No ha querido el original artista dejar de lado la oportunidad de hacer una sentida referencia al cataclismo que asoló Japón hace solamente unas semanas, y dedica algunos de sus iconos a recordar la fuerza industrial el país del sol naciente, en claro contraste con la fragilidad de las tierras sobre las que viven.

Las obras de esta exposición son buena muestra del personal estilo de este peculiar artista. «En ellas -explica- vemos como, por medio de actuaciones parabólicas, los objetos entran, salen y se transforman. El coche viejo pasa por el tamiz del dinero y sale de nuevo resucitado, poderoso y reluciente».

El dinero, la riqueza, el poder, y sus consecuencias negativas, están bien representados en la exposición.

«Los automóviles generan dinero para todo tipo de gastos y de vicios. Elementos que se oponen totalmente a la situación mundial que debiéramos vivir actualmente. Pero no solo en el aspecto económico, en la dictadura del dinero, sino también en todo lo que tiene que ver con la ecología y la destrucción del medioambiente.

Y junto los brillantes automóviles aparecen también en la muestra los espectaculares rascacielos que el artista es capaz de sacar de la nada. Cualquier elemento, cualquier deshecho de la sociedad industrial le sirve a Santos Javier para edificar sobre la nada la mágica estructura de sus enormes edificios. Estructuras sin alma, casas sin habitantes, auténticas cajas de soledad enormemente brillantes pero sin contenido alguno, que el artista convierte en ácida crítica a las impersonales ciudades de nuestro tiempo.

Lugar: Centro Cultural. Calle Santa Nonia, 4.

Horario: de lunes a viernes, de 19.00 a 21.00; festivos, de 12.00 a 14.00.