Diario de León

EL INVENTO DEL MALIGNO

Rompiendo audífonos

Publicado por
Boquerini
León

Creado:

Actualizado:

Cultura basura, cerebros privilegiados , Steven Johnson sostiene que incluso programas como Supervivientes o Gran Hermano (no digamos El ala oeste ) suponen un estímulo intelectual. Que la exigencia por parte de los espectadores es más compleja de lo que se cree.

Porque el género de la telerrealidad cambia continuamente las reglas y la imprevisibilidad es parte de su atractivo. La participación de la audiencia (votos aparte) se suele dejar de lado en los análisis, pero la gente está implicada aunque sea hipotéticamente. Y de una forma diferente que con la simple narrativa de cualquier serie de televisión.

En un reality, porque no es ficción, pensamos cómo habríamos actuado nosotros o a quién habríamos nominado. En la telerrealidad, «esa proyección es una parte definitoria del compromiso del público con el programa».

Johnson analiza espacios como Joe Millionaire , El aprendiz o Supervivientes . Lo que dice tiene lógica pero al trasladar sus argumentaciones a nuestra tele se necesitaría un apéndice específico. Por ejemplo, para la última edición de Supervivientes y para Rosa Benito. Porque Rosa Benito no se explica sin Sálvame (telerrealidad), sin Telecinco en general y sin Enemigos íntimos en particular.

 

Incluso en este mundo banal de la tele, Rosa Benito, como reina madre de Belén Esteban, sirve solo para un rato. Un día, ‘belenestebaneando’ y comentando la gran audiencia de Supervivientes , dijo que el programa «había roto los audífonos» (por audímetros).

 

Algo de verdad hay en ello porque su tono de voz es capaz de romper audífonos y gafas de culo de vaso. Pero Rosa Benito tenía sus quince minutos agotados desde el momento en que se anunció una nueva crisis matrimonial de Belén Esteban.

 

Según el reportero destacado en Benidorm, foco de la noticia, Belén, triste, «miraba al infinito en la piscina». Por leer a Moccia. A Telecinco no le ha gustado el docushow viajero con Belén en solitario que La fábrica de la tele le ha presentado. Claro, Belén Esteban tiene que ser Belén Esteban. Y la cosa puede ser graciosa, ¿pero un estímulo intelectual?

tracking