Una guía desvela a los niños los secretos de León

«Practica el deporte autóctono leonés. Únicamente necesitas un cinturón de cuero y algunas mañas para, sin salir del círculo, conseguir que tu contrincante toque el suelo con cualquier parte de la espalda. Ganarás si logras dos caídas enteras de tu oponente». Ésta de los aluches es una de las actividades propuestas al final de Mi primer libro de León , una guía de la ciudad, para niños, que ya está en las librerías con texto de Angélica Lafuente y sugerentes ilustraciones de Juan Mons.

Lafuente, que ya ha firmado otros dos libros similares sobre Burgos y Soria, explica que, ante todo, han querido ofrecer «una mirada didáctica» sobre la ciudad, de modo que, además de constituir una agradable lectura para niños y padres, el libro puede ser empleado también como herramienta docente por parte de los profesores. Historiadora de formación y soriana de nacimiento, Lafuente ha intentado, por medio de sus textos, conducir la mirada «hacia el lado extraordinario de lo ordinario», es decir, hacia todos aquellos rincones que, aunque pasemos todos los días junto a ellos, no somos conscientes de su valor y significado.

De la capital leonesa, en concreto, destaca su «gran entidad histórica» y su «peculiar evolución urbanística»: «Es una ciudad que nunca fue abandonada y, por tanto, en ella se han ido superponiendo estilos arquectónicos de todas las épocas», asevera. Esa «visión global» de la población es muy importante en el libro, donde un amable león llamado Marcelo va conduciendo a los visitantes por los monumentos y la historia de la capital del Viejo Reino, desde los campamentos de las legiones VI y VII hasta el Musac pasando por la construcción de San Isidoro y su panteón real, la Catedral o San Marcos pero sin olvidar aspectos de a pie como la Farmacia Merino o las casas burguesas de la calle Ancha.

Por su parte, Juan Mons, médico e ilustrador santanderino con muchas exposiciones a sus espaldas, confiesa que León le produce «cierta envidia» sobre todo por su antigua arquitectura civil («en Santander la perdimos con el incendio», rememora), y hace hincapié en la coexistencia de construcciones nobles e históricas mezcladas con interesantes exponentes de la época industrial. Eso sí, el Panteón Real es el lugar que más le subyuga, pues consigue «retrotraer al visitante a otra época», comenta Mons, quien, como buen enamorado del Camino de Santiago, dedica varias ilustraciones a la Ruta a su paso por tierras leonesas.

La obra se presenta el próximo viernes día 7, a las 19.30 en la Fundación Sierra-Pambley con la presencia de ambos autores.