Diario de León

Reportaje | gustavo monge

Arte hecho con cenizas de muerto

El artista checo Roman Týc expone sus obras bajo el título ‘Ladrón de tumbas’.

Retrato hecho con cenizas de fallecidos.

Retrato hecho con cenizas de fallecidos.

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La muerte como inspiración artística adquiere una radical dimensión en una exposición del pintor checo Roman Týc, en la que usa las cenizas de fallecidos como materia prima para crear retratos con los que se busca despertar la piedad. Grave robber ( El ladrón de tumbas) es el provocativo título de esta colección, que se exhibe en la galería Dvorak Sec Contemporary de Praga hasta el 25 de noviembre.

La muestra consta de 19 cuadros, en los que Týc ha utilizado la técnica de la autotipia, donde las resinas traslúcidas quedan impregnadas con las cenizas, lo que permite ver el contorno de los rostros y los rasgos de las caras.

Se trata de una técnica muy usada también por el maestro del pop art Andy Warhol, que añade ahora la novedad de emplear cenizas humanas.

Týc ha recogido la ceniza que después de la cremación no caben en las urnas fúnebres y son desechadas. En cualquier caso, la galería no ha querido especificar la manera en que el autor de la muestra consiguió esos restos humanos e incluso no descarta que sean robados. «Cuando a uno se le muere la madre a los seis años, se la percibe como una urna de latón de dos kilos y, el resto de su vida, sólo a partir de fotografías. Entonces, crees, como hacen los niños, que existe una manera de liberarla de esa lata, y no sólo a ella», ha justificado Týc la motivación de esta polémica técnica creativa. Los modelos de los retratos están inspirados en fotos reales de fallecidos sacadas de los mismos cementerios y columbarios de los que el pintor ha obtenido las cenizas.

«Son retratos de gente de mediana edad, checos y extranjeros. No hay ningún joven, para que no se le pueda identificar fácilmente por ser más cercano a nosotros», explicó a Efe Edmund Cucka, director ejecutivo de la galería. No existe tampoco relación entre el retratado y los materiales, y no aparecen ni siquiera los nombres de las personas, casi siempre rostros estilizados. También forma parte de la exposición un artefacto, Neplatici (Morosos), hecho con fragmentos de lápidas que el autor se encontró en un contenedor, después que las respectivas tumbas fueran desmanteladas al no ser abonado por los familiares las tasas de enterramiento.

De esta manera, el autor trata de reconstruir un relato imaginario de personas y de despertar un sentimiento de piedad, a partir de lo poco que queda al final de los días.

«Hemos acordado que estos cuadros no están a la venta. No comerciamos con la muerte», añadió Cucka.

Týc, que se presenta en sociedad con este seudónimo, realizó hace ya unos años un polémico proyecto con semáforos urbanos en Praga, que está a punto de llevarle a la cárcel.

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