«El papel será la alta costura en el periodismo»

Licenciada en Filología, Bonet (Lleida, 1966) empezó su labor periodística a los 18 años y desde entonces ha colaborado en prensa escrita, radio y televisión. En 1992 se embarcó en el mundo de las revistas femeninas creando Woma n, una publicación que dirigió hasta 1996 cuando se puso al frente de Marie Claire. Diecisiete años después y como editora de Prisa Revistas, Bonet se muestra convencida, en una entrevista con Efe, de que el número de lectores de revistas es «demasiado grande» como para pensar que este formato en España está «en estado crítico, a punto de la extremaunción», y sostiene que en la adaptación está la clave del éxito.

—¿Se queda con su faceta de escritora o con la de periodista?

—Una escritora de periódicos y una periodista que escribe libros.

—En su último libro ‘Generación paréntesis’ comenta que ha vivido el paro. ¿Qué consejos daría a los periodistas que acaban de perder su trabajo?

—Que piensen de manera positiva y no se dejen vencer por el desánimo general. Que si alguien lo ha conseguido, ellos también pueden. Veo a mi alrededor casos ejemplares de periodistas que no se dejan vencer, emprenden iniciativas, nuevos proyectos que generan información y negocio buscando nuevas vías con creatividad y talento.

—¿Cuál es el estado de salud de las revistas en España?

—Creo que seguiremos comprando papel, sobre todo los adictos al papel y a las revistas, pero éste se convertirá en un soporte más exclusivo... Digamos que el formato papel sería la alta costura y la pantalla el prêt à porter. Cada vez veo cosas más interesantes en digital, pero también en papel: revistas de autor que sorprenden por sus formatos, texturas y contenidos.

—¿Peligran los medios en papel?

—Por desgracia, los medios de papel han sufrido una doble crisis: la financiera global y la interna, propiciada por el surgimiento de internet y la necesidad de redefinir su modelo de negocio, basado en la publicidad. El producto de papel sigue teniendo su mercado, pero tiene que afinar muy bien y ser muy consciente de a qué tipo de lectores se debe dirigir. Pero no creo ni mucho menos que estén en peligro de extinción: solo es un proceso de transformación. La televisión tampoco acabó con la radio.

—¿Estaría a favor de que los medios digitales fueran de pago como ocurre en muchas cabeceras en Estados Unidos?

—La prensa es un sector que se ha mantenido prácticamente estático durante 200 años y ahora se enfrenta a una necesaria reconversión en su modelo de negocio. En los últimos años estamos buscando la fórmula que permita rentabilizar el entorno digital encontrando un equilibrio entre los contenidos de pago y los de libre acceso. La clave de todo está en generar contenidos de valor para la audiencia.

—El periodismo está viviendo sus horas más bajas en cuanto a la valoración por parte de la ciudadanía...

—Hace poco salieron los resultados de CareerStats.com, un portal de empleo americano que cada año hace un ránking de los mejores empleos. El de periodista era el último, en el puesto 200. El periodismo en general se ha visto muy abrumado al informar sobre la crisis financiera, por ejemplo (...) No obstante, también hay un sector en internet muy ruidoso que carga contra el periodismo de manera frívola e irresponsable: nunca han sido lectores de periódicos, pero se les oye más, y al final ese ruido acaba confundiéndolo todo. Los periodistas no son necesarios sino imprescindibles para dar fe del mundo que vivimos.

—¿Qué medio prefiere: radio, televisión o prensa escrita?

—Creo que se podrían contar con una mano los días de mi vida en que no he leído los periódicos.