Diario de León

CULTURA

Un toro que ‘canta’ en el Teatro Real

Una bestia de 1.500 kilos desata una polémica entre los animalistas. El animal roba el protagonismo a la ópera en la que cantan tres leoneses, entre ellos Sonsoles Espinosa

Una escena de la ópera ‘Moisés y Aarón’ se estrena en el Teatro Real y en la que participa el toro ‘Easy Rider’. DL

Una escena de la ópera ‘Moisés y Aarón’ se estrena en el Teatro Real y en la que participa el toro ‘Easy Rider’. DL

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

miguel lorenci | madrid

«Vive como un príncipe y morirá de viejo». Así se refiere Romeo Castellucci a ‘Easy Rider’, el toro charolés de 1.500 kilos que, para su disgusto, se ha erigido en el gran protagonista de Moisés y Aarón. Su polémica presencia en escena resta brillo al histórico estreno de la legendaria ópera de Arnold Schönberg, cima de la música que por primera vez se representa en el teatro Real de Madrid. Una ópera que cuenta en el coro con tres voces leonesas: Sonsoles Espinosa, mujer del ex presidente Zapatero, María Jesús Gerpe y Andrés Reyero.

Un semental en palacio

El escenógrafo italiano, que ya utilizó a la bestia en el parisino Teatro de Bastilla, tilda de «banal, estúpida, y desproporcionada» la reclamación de los animalistas que, con más de 45.000 firmas, piden que se prohíba la presencia en escena del animal.

El Real cuenta con todos los permisos y cuidados veterinarios. Los propietarios del animal cobrarán 22.000 euros por las siete funciones del semental charolés que se ofrecen entre el 24 de mayo y el 17 de junio.

El imponente bóvido, que no está castrado, permanece en escena durante quince minutos. Aparece recluido en un cajón translucido con una rejilla en el suelo para evacuar deyecciones. Se alojará y dormirá en las caballerizas de Patrimonio Nacional, situadas en el Palacio de Oriente, a escasos metros del Teatro Real. Disfrutará en palacio de un baño matinal y de un paseo diario. Dispone de 1.600 kilos de paja y heno para que coma y esté cómodo. El escenario del Real no se ha reforzado, como se hizo en París.

El Real expresa su «total compromiso con el bienestar animal» pero más de 45.000 personas reclaman en la plataforma ‘change.org’ al Ministerio de Cultura y a la Alcaldía de Madrid la prohibición del uso del semental en el teatro, que ya ha usado loros, águilas, burros, caballos, burros, y serpientes en otras funciones. Para los promotores de la prohibición, la aparición del animal «supone su exposición a luces y sonidos intensos, el transporte constante y un estrés innecesario» en los casi dos meses que la ópera estará en Madrid».

La bestia eclipsa la ópera

Los responsables del Real lamentan que la polémica eclipse la importancia del histórico estreno de «una de las óperas más relevantes del siglo XX y de la historia de la música» y niegan los argumentos de los animalistas. «El toro vive como un príncipe y morirá de viejo. Se le trata mejor que una ‘prima donna’» dice el italiano Romeo Castellucci, escenografo que debuta en el Real y que defiende con pasión la presencia en escena del animal, que ya protagonizó el estreno de esta mítica ópera del Schönberg en París.

Recuerda Castellucci que el compositor llegó proponer la presencia de una veintena de animales y que «el toro llena de significado su propuesta». «Es alucinante y una gran mentira que se diga que drogamos al toro», denuncia. «Se le sometió a un largo período de aclimatación de más de diez meses. Está habituado a viajar. Vive en unas condiciones excepcionales y bajo constante vigilancia veterinaria. Esta perfectamente familiarizado con la música, con la sala y con los actores. No está estresado», asegura Castelucci. Escultura viva Los animalistas proponen que «se utilice una estatua en lugar de un ser vivo», como se ha hecho en otras producciones. «El toro tiene una enorme presencia en la dramaturgia, es un escultura viva que simboliza toda la animalidad, lo vivo, el cuerpo, y las investigaciones filológicas nos dicen que el llamado becerro de oro era un toro en el antiguo Egipto» arguye Castellucci. En Francia se presentaron 30.000 firmas instando a la Ministra de Cultura francesa, Fleur Pellerin», a retirar la obra de la Opera de la Bastilla alegando «el «estrés del animal».

tracking