Desquici(arte)
P intar un cuadro no es sólo una cuestión de pinceles. Yo era Antonio de Felipe antes de conocer a Fumiko. ¡Soy uno de los artistas más famosos de España!». Con esta y otras perlas nos desvela De Felipe en un medio de comunicación nacional el argumentario por el que han de justificarse casi una década de engaños en sus pinturas tan cotizadas hasta hace nada en el mercado del arte último en España y fuera de ella.
Para situar a este hombre, artista de pro (según él mismo), podemos decir que pocos o nadie le conocía hasta que el ínclito y experto en todo Francisco Camps (sí, el trajeado expresidente de la comunidad valenciana) le dio por conocer los ‘bambis’ que este hombre del arte último dibujada-calcaba. La Generalitat valenciana lo empujó a la sofisticación de la jet set y además de cervatillos fue capaz de comprar 12 retratos de Marilyn Monroe (gran originalidad en el concepto) por la nada despreciable cantidad de 11 mil euros cada uno. Así, de golpe, 132 mil euros de las arcas públicas para situar de manera parcial a este hombre en el panorama artístico-político nacional.
Más allá del buen o mal criterio de unos y otros -La Asociación de Galeristas de la Comunidad Valenciana lo eligió como el peor artista contemporáneo de Valencia en 2003-, Antonio de Felipe triunfó en las grandes citas del arte mundial. Una explosión que le convirtió en la moda del arte pop español. Sus cuadros se revalorizaron a base de la alta sociedad valenciana y madrileña que iba hablando-comprando y pronto sus vaquitas se quedaron cortas de inspiración.
En el 2006 no tuvo más remedio que evolucionar por el cúmulo de críticas hacia su obra por simple y plana y he aquí que en el 2016, se destapa que más de 200 cuadros pintados en esta década son supuestamente (hay interpuesta demanda pero no fallo judicial) obra de Fumiko Neguishi, una «obrera» como él la llama sin talento ninguno.
La realidad es que Fumiko Neguishi (Tokio, 1970) fue primer premio de su promoción en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Joshibijyutu de Tokio en 1993; premio artista novel del Premio Nacional de Grabado en 1995, premio honorífico del Premio Nacional de Grabado de la Calcografía de España en 1994; premio artista novel del Premio Nacional de Grabado en 1995; ha expuesto en Kiaf, Arco, Estiarte,Voca, además de mostrar sus obras en galerías como Fúcares, Arte Joven, Gingko o Toki-no-wasuremono.
El estilo plano y sin técnica de De Felipe cambia radicalmente desde que esta mujer entra a «colaborar» en su estudio y sus obras ganan en realismo y profundidad técnica.
Es desquiciante ver como la moda insustancial se apropia del arte, pero estamos acostumbrados. No existe sólo en la pintura. Ahí tenemos a una de las grandes top ventas de libros en España, Belén Esteban. La diferencia es clara; la princesa del pueblo no quiere quitarle los honores a un Vila-Matas o un Javier Marías. Tan sólo quiere su parte del dinero. No juega con los conceptos del arte ni le hace falta. Como dijo Gautier, sólo es eterno el arte robusto.