Diario de León

LA ENTREVISTA

«El periodismo no debe tener una cara oculta»

JOAQUÍN S. TORNÉ | DIRECTOR DEL DIARIO DE LEÓN. Presenta su libro ‘El periodismo hecho jirones’ hoy a las 20.00 horas en el Club de Prensa. Le acompañan Luis del Olmo y Florencio Carrera.

El director del Diario de León, Joaquín S. Torné. RAMIRO

El director del Diario de León, Joaquín S. Torné. RAMIRO

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verónica viñas | león

Suele decirse que el periodista escribe de todo sin saber de nada, dirigido por alguien que sabe de todo y no escribe de nada. Joaquín S. Torné desmonta algunos tópicos en El periodismo hecho jirones (Eolas ediciones), un ensayo que reflexiona en 128 páginas sobre una de las profesiones más antiguas del mundo. Esta tarde presenta el libro en el Club de Prensa acompañado por Luis del Olmo y Florencio Carrera.

—¿Qué cualidades debe tener un buen periodista?

—Sólo tiene que tener una: tratar de contar la verdad y no intentar maquillarla. En el libro incido en la manía que tienen algunos periodistas de manipular la verdad, de forma que responda más a sus intereses que a los de los lectores.

—¿Cuánto ha cambiado el periodismo desde que empezó?

—Creo que no ha cambiado nada y estoy absolutamente convencido de que no va a cambiar. En el libro no cuento la evolución del periodismo, sino la forma en que nosotros nos enfrentamos al periodismo. Cambian los soportes, pero el periodismo es siempre contar cosas con el máximo rigor. La intención del periodista debe ser que el lector saque una conclusión, si no de la realidad completa, lo más cercana posible.

—¿Los periodistas somos tan malos como nos pintan?

—Por desgracia, sí. Pero el 90% es gente normal, igual que los jueces o los políticos. Todos tratamos de hacer nuestro trabajo con dignidad y con espíritu de servicio público. Un garbanzo negro estropea todo un cocido, y, desgraciadamente, ha habido y hay algún garbanzo negro. De hecho, esa es la imagen que proyectamos. Debemos volver al origen, somos contadores de realidades.

—¿Por qué tenemos fama de mentir?

—Porque nos la hemos ganado a pulso. Hay mucha gente que, escondida entre las páginas de un periódico, ha mentido sin vergüenza alguna. Es algo que tenemos que asumir. Creo que debemos mirarnos mucho más el ombligo de lo que lo hacemos.

—¿Qué le diría a alguien que empieza?

—Que lea este libro; no porque sea magnífico, sino porque es un compendio, sobre todo, de las cosas que no debemos hacer. El periodismo se resume en noticias, noticias y noticias.

—¿Son los políticos nuestros enemigos naturales?

—En ningún caso; ni tampoco los lectores ni los protagonistas de las noticias. Todos formamos parte de una sociedad y nos reflejamos en los medios de comunicación. Si nos considerásemos enemigos estaríamos haciendo un flaco favor a la sociedad.

—¿Cuál es la cara oculta del periodismo?

—El periodismo no debería tener cara oculta. La utilización que se haga del periodismo es otra cosa.

—¿Internet ha cambiado el periodismo a mejor o a peor?

—A peor, porque ha vestido de periodismo cosas que no lo son. Cualquier indocumentado cree que es periodista y usa las redes para contar mentiras, para calumniar, para insultar o menospreciar o ridiculizar a la gente, todo eso no es periodismo. Internet nos da capacidad a los periodistas para transmitir las noticias con más velocidad. Pero detrás de las redes se ha escondido mucho intruso que no es periodista. En el libro denuncio ese tremendo intrusimo que sufrimos.

—‘Que la verdad no te estropee un buen titular’...

—Falso. Nunca he creído eso. Hay que buscar un buen titular para que se lea la noticia, pero el 99% de los periodistas nunca han creído esa frase; nos hace mucha gracia, pero quien se deja llevar por ese axioma acaba expulsado de esta profesión.

—La persona más interesante que ha conocido...

—He conocido a mucha gente. Hemos tenido la fortuna de tener un presidente del Gobierno leonés, pero le hemos conocido todos. No creo que sea importante la gente que has conocido, sino las cosas que has vivido. El periodismo nos permite vivir cosas que el resto de la gente no vive. Nos lo permite, pero para contarlo con rigor.

—Cuando la información es gratis, ¿todo vale?

—La información no tiene que ser gratis. La buena información se paga. Tenemos que acostumbrarnos a pagarla; es la evolución natural que tiene que seguir el periodismo en los próximos años. La estructura económica de los grandes medios de comunicación está cambiando por culpa de Internet y de la gratuidad de las informaciones. En esa gratuidad se cuelan muchas mentiras y mucho intrusismo.

—¿Se puede hacer periodismo en 140 caracteres?

—No. Se puede dar un flash para que la gente luego lea la noticia. Sí se puede hacer periodismo deportivo, dar los resultados de un partido. Lo que no se puede es contar una historia de verdad en 140 caracteres, porque los periodistas tenemos que contextualizar esa noticia, por qué ha pasado, las consecuencias y los motivos. Lo importante es el qué, pero sobre todo el porqué.

—¿La autocensura es peor que la censura?

—Por supuesto, mucho peor. Por desgracia, los periodistas, a veces, caemos en ese error. En las facultades se debería estudiar con más ahínco el hecho de que es mejor no censurarse, aunque también hay que saber qué puede ocurrir si se cuenta algo hasta sus últimas consecuencias.

—¿Las facultades preparan periodistas o a futuros parados?

—Las facultades no preparan; aún así, soy firme defensor de que la gente que se quiera dedicar a esto estudie Periodismo. Si no puedo ejercer como abogado a pesar de tener una carrera superior, tampoco un abogado debería ejercer de periodista.

—¿Sabemos lo que quieren los lectores?

—Cada vez más, porque tenemos cada vez más posibilidades de saber qué noticias se leen, cuándo se leen o qué tipo de personas las leen. La tecnología nos ha dado muchas pistas. Se ha puesto de moda el término bigdata, que, aplicado al periodismo, significa que todos sepamos lo que les interesa a nuestros los lectores.

—¿Los periódicos pueden subsistir sin vender baterías de cocina?

—Deberían poder. La buena información se paga. Si convencemos al lector de ello, quizá tendríamos la posibilidad de dejar de vender baterías de cocina.

—¿Se puede mantener la honestidad intelectual?

—Desde luego; haciendo nuestro trabajo. Si manipulamos la información o contamos medias verdades, no estaremos manteniendo esa honestidad.

—¿Vale todo por conseguir una gran noticia?

—No, por supuesto que no.

—¿A quién va dirigido ‘El periodismo hecho jirones’?

—El libro tiene una dedicatoria y la dedicatoria es a uno de mis hijos que quiere estudiar Periodismo. Sería un manual para gente que quiera estudiar, pero también va dirigido a nosotros, porque tenemos un ombligo y no sabemos dónde está. Deberíamos mirarlo para saber en qué situación estamos, y no estamos en una buena situación.

—¿No hay tema malo?

—No, ni malo ni inconveniente. Se puede hacer un gran periodismo hablando de las cuestiones de los barrios pequeños, hablando de las ciudades pequeñas, igual que se puede hacer buen periodismo hablando del presidente del Gobierno.

Lugar: Club de Prensa. Gran Vía de San Marcos, 8 (entrada por calle Fajeros).

Hora: 20.00.

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