Plan para Lancia tras arder
La Diputación repondrá la valla y agilizará el proyecto para construir un museo en el yacimiento astur-romano.
En la foto grande se aprecia la extensión del incendio. En la pequeña se comprueba que los restos han quedado a salvo en medio del paraje calcinado.
verónica viñas | león
«Vergonzoso. No hay palabras para describir nuestra indignación». Con esta sencilla frase en Facebook la asociación Salvemos Lancia condena el incendio que ha arrasado el yacimiento. Un fuego «intencionado», como apuntó el alcalde de Villasabariego, Pedro Cañón, tras comprobar que el candado de la valla había sido forzado. El fuego comenzó el jueves por la noche en la caseta del vigilante, donde sólo se guardan herramientas y «no hay ningún producto inflamable», y se propagó durante todo el viernes. Los restos romanos no han sufrido daños gracias a que hace una semana se eliminó toda la maleza. Ahora han quedado como ‘una ínsula’ dentro de un paraje calcinado.
El presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, anunció ayer su intención de visitar mañana el yacimiento acompañado por el arqueólogo provincial, Jesús Celis. Majo califica de «desalmados» a los autores del incendio. «No entiendo cuál es la finalidad de prender fuego a Lancia».
El presidente de la Corporación Provincial trasladará los hechos a la Junta —con plenas competencias en materia de Patrimonio—, pero ya anuncia que van a restaurar la valla. Sin embargo, no habrá ninguna medida de vigilancia. Según Majo, el yacimiento es demasiado extenso y las cámaras se pueden neutralizar con inhibidores. Tampoco se han planteado contratar personal para custodiar Lancia. La Diputación tenía ya en marcha un protocolo, suscrito el pasado mes de junio con la Consejería de Cultura, para construir un centro de interpretación o museo en el entorno del yacimiento, que sirva para proteger y difundir los vestigios más relevantes. El proyecto, que cuenta con una partida de 235.000 euros, podría ser «readaptado», según dijo ayer Majo, quien se mostró favorable a «acelerarlo», al tiempo que pedirá nuevos fondos con cargo al programa 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento.
El incendio tampoco ha afectado a la extensa zona baja de la ciudad romana que apareció durante las obras de construcción de la autovía A-60. Los restos de la ciudad que los romanos conquistaron a los astures ocupan una extensión aproximada de 100 hectáreas, de las que únicamente 4,5 están bajo el ‘amparo’ de la Diputación. El resto siguen bajo una capa protectora de geotextil y tierra. Fue una solución temporal, para preservarlos de saqueos y de la dureza del clima leonés, hasta que el Ministerio Fomento tuviera un plan, tal como le exigió la Junta en 2011, para dejar visible y visitable el gran yacimiento que afloró durante las obras de la autovía entre León y Valladolid. Siete años después, el ministerio sigue sin rescatar los impresionantes vestigios: un barrio industria en el que existían fundiciones, la primera necrópolis de incineración localizada en León, un tramo de calzada romana, un horno de finales del siglo I dedicado a la cocción de tejas, otro medieval, unas termas y un edificio de planta basilical, entre otras construcciones.