Nonia de la Rosa: el amor a través de los colores

El arte puede tomar caminos nuevos inspirándose en culturas ancestrales. Hace ya más de cien años que los artistas de las vanguardias europeas se fijaron en la estética y las creencias orientales. Si les cuento que Nonia de la Rosa ha viajado hasta la India e Indonesia para buscar su verdad interior a través del amor; si les digo que en ella han calado hondo las tradiciones de Extremo Oriente, les pongo en antecedentes para que puedan enfrentarse a la obra que esta singular artista leonesa expone en la iglesia de Palat del Rey, la más antigua de la ciudad.

Pintura sin pintura, arte digital sobre soportes tan etéreos como la seda natural, nuevas tecnologías para profundas filosofías ancestrales. Y al final… el amor, el amor a la naturaleza, a los semejantes, a lo mágico. «Con esta exposición —explica Nonia de la Rosa— quiero contar que el amor es la única energía con la suficiente fuerza para poner en movimiento el universo. El amor es lo único eterno, lo que permanece desde siempre y por siempre».

La antigua arquitectura de Palat cobija un torrente de color, de formas imposibles, de ideas y sentimientos que escapan de la superficie de los cuadros, del escenario de las instalaciones que la artista propone. «Trabajar sobre soportes novedosos, como la seda —comenta—, ha sido todo un reto, sobre todo porque algunos de ellos tienen una densidad muy frágil».

Las grandes piezas de seda flotando en el espacio hacen suponer que quizá Nonia, en algún momento, piense en la creación de telas para la industria de la moda. «Es cierto que estas formas abstractas se adaptarían muy bien a cualquier tipo de tejido. Pero se necesita tener mucho conocimiento del soporte que utilizas para que la belleza de la obra este completamente empastada por el soporte y el conjunto sea bello».

La pintura digital de Nonia tiene una fuerza extraordinaria y un amplio colorido. Pero… ¿en qué se inspira? Lo explica: «Creo que mi inspiración nace del amor y de la libertad que siento cuando me expreso a través de la pintura. Realmente no parto de ningún concepto, el concepto llega a mí en el momento en que está naciendo. Solamente al terminar la obra sé lo que es, lo que significa».

Nonia de la Rosa nació en León en 1964, se formó en las universidades de Oviedo y Barcelona en el campo de lo social y más adelante se interesó por áreas de conocimiento psico-terapéutico. La galería de arte BCM acogió sus primeras obras y desde su vocación viajera también ha trasladado su obra a la India. Allí explora las leyendas del Ramayana en una experiencia que resultó ser una inspiración fundamental para su obra. Posteriormente viaja a Indonesia para sumergirse en sus ricas tradiciones culturales. En 2013, en la sala Madrización de Madrid realiza su primera exposición individual. La búsqueda a través del amor es un trabajo con el que, además, viajó en 2015 a la galería Agora de Nueva York.