De la juventud a la madurez

Josep Maria Subirachs contempló ayer, en la Fundación Vela Zanetti, las imágenes que el fotógrafo Francesc Bedmar ha hecho del Santuario de La Virgen del Camino y de la Sagrada Familia. El arquitecto paseaba entre los asistentes a la inauguración de la exposición El largo camino, observando las imágenes y sorprendiéndose. En una de las fotografías de la muestra aparece la puerta lateral del Santuario de la Virgen del Camino, en la que la gente toca la nariz de San Froilán y la concha. A Subirachs le sorprendió esta costumbre leonesa que ha conseguido dejar algunas zonas de la puerta en un color dorado, que destaca con el color oscuro del resto de la puerta. La muestra, Subirachs, el largo camino, ha sido organizada por la Fundación Vela Zanetti y el Ayuntamiento de León dentro de los actos enmarcados en la conmemoración del 150 aniversario del nacimiento de Antoni Gaudí, León Gaudí 2002. Josep Maria Subirachs trabaja, desde 1986, en la obra inconclusa de Gaudí en Barcelona, la Sagrada Familia. Pero además, Subirachs apunta una relación más antigua, e incluso casual, con su paisano: «Mi obra de La Virgen del Camino se encuentra entre dos obras de Gaudí, el Palacio Episcopal de Astorga y La Casa Botines de León». El arquitecto anunció que su trabajo en la Sagrada Familia concluiría en un plazo de un año y medio aproximadamente, al terminar los trabajos en el frontón de la fachada del templo barcelonés. «Ver mi obra de juventud me emociona», reconoció Subirachs en relación a las imágenes que mostraban su obra en León. La relación entre su obra de juventud en La Virgen del Camino y la última que está llevando a cabo, las resume alegando que ambas son «obras religiosas y monumentales, con un estilo expresionista, en cierta manera, son dos obras paralelas». Pese a todo, el arquitecto destaca que en la exposición El largo Camino él es el «objeto fotografiado» pero que la obra que se expone es la del fotógrafo Francesc Bedmar. En las imágenes se consigue acercar a los leoneses detalles imposibles de apreciar en la obra del arquitecto. Las figuras de los doce apóstoles, talladas en bronce, aparecen desglosadas en las imágenes, mostrando detalles que los ojos de los visitantes a La Virgen del Camino no pueden apreciar. Bedmar intentó buscar el paralelismo entre ambas obras, teniendo en cuenta la distancia temporal entre ellas. El fotógrafo ha plasmado en sus imágenes «la fuerza y el temperamento» de la obra juvenil, en La Virgen del Camino, y «la dulzura y la sensatez de los años dorados de la Sagrada Familia». Francesc Bedmar destaca que las figuras del santuario leonés son «bravas, aguerridas y suplicantes». La muestra permanecerá abierta hasta el 30 de agosto y la entrada es gratuita.