Cita de genios
La Orquesta RIAS de Rundfunk Sinfonierorchester de Berlín fue todo un prodigio de matices, a veces demasiado rebuscados y preciosistas, especialmente en Mozart, que estuvo demasiado artificioso y poco natural, pero con un sonido puro y transparente. En la Misa brukneriana la RIAS mostró todo su poderío en el metal y el viento madera, lo que produjo una sensación entre majestuosidad e intimismo que resultó sumamente efectista y lúcida. Janowsky fue en todo momento ese gran director que todos conocemos que sabe buscar la esencia de la interpretación sin caer en lecturas aparatosas y estentóreas de cara a resultar epatante para la galería. Puntilloso y dúctil este gran maestro brindó una versión modélica de un Bruckner para la fascinación y el recogimiento. Vladimir Askhenazhy mostró todo el nervio y la fuerza que encierran las dos obras que programó.