Cerezales acogerá la mayor muestra de Ana Amorim
La exposición ‘Contar rutinas’ llegará a la fundación leonesa a finales de año
La artista brasileña Ana Amorim. ESPAIVISOR
Contar rutinas , la exposición más completa y extensa de la brasileña Ana Amorim (São Paulo, 1956) realizada hasta la fecha en Europa, llegará a la Fundación Cerezales Antonino y Cinia (FCAYC) en el tramo final de 2024, según ha avanzado esta entidad cultural privada en su perfil de Facebook.
La artista de performance conceptual, cuya práctica consiste en registrar mapas mentales cotidianos, cuenta segundos y lo hace con trazos verticales en cuadernos. «No es la poética romántica del preso que lo hacía en la pared y que por otro lado contaba días. Es la política de someterse a la rutina rebelde de contar por contar frente a una época que cuenta para producir», han indicado desde la FCAYC.
Jorge Blasco Gallardo, investigador y comisario de la muestra, introduce con esa idea el proyecto Contar rutinas . A través de distintos lenguajes, del vídeo a la performance, y mediante el uso de diversos soportes —textil, papel— Ana Amorim da forma a su vida diaria.
En ella ocupan un tiempo destacado aspectos como la deforestación del Amazonas, la resistencia de los pueblos que lo habitan, la extensión de las ciudades o la manera en la que su práctica artística, siempre sutil, caracterizada por la economía de medios y vinculada a su propio cuerpo, puede determinar y fortalecer la percepción de lugares y vidas que, solo aparentemente, se encuentran alejados de los espacios convencionales del arte.
Ana Amorim nace en el seno de una familia italoportuguesa. Los primeros contactos con el arte, en 1980, los realiza a través del dibujo. Sus inquietudes artísticas derivan hacia prácticas conceptuales que le llevan a completar sus primeros mapas mentales a partir de 1988. En 2001 redacta Art Contract, una obra política determinante en su trabajo que la coloca en un punto de no retorno. Con este contrato, la artista se comprometía a no colaborar con agentes propios del sistema del arte que recibieran apoyo económico de empresas y corporaciones cuya reputación ética fuera cuestionable. En 2016 interrumpe las condiciones restrictivas de este contrato y en 2019 comienza a operar con galerías —por primera vez en su carrera— y con museos.
Desde entonces, su interés artístico combina los pequeños relatos domésticos de su vida con los sucesos y cambios políticos de la historia global.