RECONOCIMIENTO EN EL CERVANTES
Serrat, en la Caja de las Letras: «La vida es un regalo»
El cantautor entregó una partitura original de «Mediterráneo» y una copia de su primer disco

Serrat, ayer, en la Caja de las Letras del Cervantes.
La Caja de las Letras del Instituto Cervantes recibió este jueves el legado del cantautor Joan Manuel Serrat, que incluye la partitura original de la primera grabación de la canción Mediterráneo, además de una copia de su primer disco publicado, un epé con títulos como La mort del avi o Una guitarra.
En el acto han participado, además del artista, el director del Instituto, Luis García Montero, y el presidente de la Asociación de Editores de Madrid, Manuel González. También han estado como testigos de honor la mujer de Serrat, Candela Tiffón, y la Secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe, Susana Sumelzo.
«Cada día que me despierto me siento estupendamente. Pienso que la vida es un acto maravilloso a pesar de los pesares, porque procuro retrasar la hora de las noticias y de encender la tele para enterarme de ciertas cosas, pero me parece que la vida sigue siendo un regalo», señaló Serrat antes de entregar varios objetos personales a la Caja de las Letras.
Para el músico catalán, la idea de depositar un legado es algo que no concebía, porque «nunca» ha escrito ni hecho «prácticamente nada» pensando en dejar una herencia. «Incluso cuando mis hijos nacieron tampoco lo tenía previsto. Han sido cosas que han ido ocurriendo en la vida y a la cual estoy muy agradecido, porque me ha permitido hacer un oficio que me ha hecho muy feliz. ¿Qué más puedo hacer entonces que ir deshaciéndome en vida de las cosas que yo quiero, como son las que traigo aquí?», bromeó.
Serrat reconoció que el legado cervantino «está pasando por un mal trago» en la actualidad, aunque «el talento de Cervantes sigue perfectamente vivo y sus personajes siguen diciéndonos cosas que nos pueden ser hoy en día también muy útiles».
La caja número 1276 del Instituto Cervantes ha recibido el primer disco grabado en catalán en el año 1965 por Serrat, el cual reconoció con humor que «se está desintegrando, pero ahora estará cuidado en condiciones».