José María Merino, premio NH al mejor libro de relatos del 2002: «Si desapareciese la ficción, ya no seríamos seres humanos»

-«Días imaginarios» ha recibido el Premio NH al mejor libro de relatos del 2002, ¿cómo se lo ha tomado? -Que te den un premio sin que te presentes, es doblemente agradecido. -¿Si desapareciese la ficción? -Desaparecería también el ser humano. Ya no seríamos homo sapiens, sino otra cosa. -La literatura, como hace en «Días imaginarios», ¿sirve para poner en orden la realidad? -Y para entenderla. -¿Y el que no lee? -Anda más confuso que el que lee. -¿Ha abandonado definitivamente la poesía? -Me abondonó ella a mí. Siempre tengo el proyecto de escribir un libro de poesía, pero me sale en prosa. -En «Días imaginarios» ensaya con los géneros literarios, ¿en qué está ahora metido? -A finales de febrero aparecerá en Alfaguara mi última novela, El heredero, cuya portada ha sido ilustrada también por un leonés, el pintor Félix de la Concha. Además estoy trabajando en otro libro de cuentos cortos, que se titulará Cuentos de la casa de la noche. -¿Puede adelantar algo de «El heredero»? -Es la novela con la que más contento estoy. -¿Le pasa siempre con la última que escribe? -No, otras me dejan perplejo. En El heredero está todo lo que sé de literatura, también mis manías y multiplicidad de técnicas, aunque no voy a despistar al lector. -Una obra de madurez, que dirían los críticos... -Si a mi edad no escribo novelas con madurez, me tendré que cortar la coleta. -¿Y el argumento? -Es una historia de cuatro generaciones, que transcurre en León. Básicamente, es la vida de un hombre que emigra a Puerto Rico y regresa para hacerse una casa en Babia. También cuenta la historia de su hija, de su nieto y de su bisnieto, que es quien lo relata y que acabará también por irse a América. -¿El cuento es un buen género para iniciar a los niños en la lectura? -Sin duda. Primero, el oral y el popular. Hay que leer cuentos literarios a los niños. -Pero sigue siendo, para muchos, un género menor... -El cuento existe porque los escritores nos empeñamos en que exista. El público aficionado a la lectura sí aprecia el cuento. -Decía recientemente un autor que España es más un país de escritores que de lectores... -Sí, pero en España se lee ahora más que hace treinta años, aunque el lector no ha mejorado; antes era más curioso y ahora lo es de best-sellers, aunque no tengo nada en contra de los best-sellers. -Lázaro Carreter afirma que nos estamos cargando el idioma con tanto vulgarismo... -El idioma lo hace el pueblo y hay que procurar que la gente se forme. Si hay ciudadanos más cultos, también conseguiremos que hablen mejor. Pero la cosa no tiene remedio. Con la tele absurda que tenemos y la falta de cuidado en la formación de lectores, los hablantes son de mala calidad. -Luis Mateo Díez confesaba hace unos días a este periódico que le gustaría tenerle de compañero en la RAE... -Que lo diga es un honor y una muestra de que me quiere. -Aquí le consideramos leonés, aunque naciera en La Coruña, ¿cómo ha vivido la catástrofe del «Prestige»? -Como todos los españoles. Los de la Costa da Morte y los de las Rías Bajas lo han vivido con mayor dramatismo, porque se destruye su sistema de vida. No sabemos cómo se ha gestionado y la intervención del Gobierno no ha estado a la altura de las circunstancias.