La ópera como diversión

Organizado por Las Juventudes Musicales-Universidad de León y la Escuela Municipal de Música, Danza y Artes Escénicas del Ayuntamiento de León, que dirige Isabel González, sube hoy al escenario del Auditorio, a partir de las 12.00, el montaje de la ópera infantil Brundibár. Cuarenta niñas y niños entre ocho y catorce años, componentes del Coro Ángel Barja, dirigido por Aitor Olivares, protagonizarán la puesta en escena de esta obra a la que acompañará la Orquesta Juventudes Musicales-Universidad de León, dirigida por Juan Luis García. El montaje escénico, coreografía e iluminación, está a cargo de Margarita Rodríguez, coordinadora de Teatro de la Escuela Municipal. Dos serán los días en los que se represente esta ópera; hoy, dedicada a escolares, con entrada gratuita, y mañana a las 19.30, dentro de los conciertos en familia y con precios populares (3 y 6 euros), entradas que estarán a la venta desde hoy. El compositor Hans Krása y el escritor y artista Adolf Hoffmeister se reunieron en 1938 y escribieron la ópera Brundibár. La ocupación del país por parte de la Wehrmacht en 1939 impidió su estreno regular, porque Hoffmeister y Krása eran judíos. Hoffmeister escapó a tiempo, Krása fue deportado más tarde a Theresienstadt. Con su exclusión de la vida pública, la comunidad judía se tenía que reunir a escondidas. Uno de estos lugares secretos fue el orfanato judío Hagibor, en Praga. Aquí se reunieron aquellas personas que más adelante pondrían Brundibár en escena en el gueto: Rudolf Franek, hijo del director del orfanato, el director de orquesta Rafael Schächter, el compositor Hans Krása, el escenógrafo Frantisek Zelenka, y los niños del orfanato. Bajo la dirección de Franek y Schächter empezaron los ensayos en julio de 1941. En invierno de 1941-42 fue el estreno. Schächter y Krása no pudieron asistir, porque ya habían sido deportados. Durante 1942 fueron llevados al gueto casi todos los participantes, también los niños. Rudolf Franek fue uno de los últimos en llegar a Theresienstadt en julio de 1943. Consiguió llevar consigo la versión para piano y pronto nació la idea de representar Brundibár también en el gueto. Zelenka se encargó de la dirección artística y del decorado. Krása fue uno de los más activos y Schächter y Franek se ocuparon de los ensayos. El estreno fue el 23 de septiembre de 1943 en el cuartel Magdeburgo. Brundibár se hizo extraordinariamente popular en el gueto. En un año, hasta septiembre de 1944, se hicieron 55 representaciones, casi una representación por semana. El coro tuvo que ser completado cada cierto tiempo, porque se fueron llevando a los niños a los campos de exterminio. La «compañía» tuvo que representarla en varias visitas oficiales. Después ya no los necesitaron. Casi todos los participantes fueron enviados a Auschwitz en otoño de 1944. Muy pocos sobrevivieron. Cuando en la primavera de 1945 Brundibár debía representarse nuevamente ante una comisión; el intento falló: ya no quedaban niños en el gueto.