Diario de León

El pintor valenciano muestra sus óleos en la sala de arte Bernesga

El artista José Llul presenta en León sus pícaros monaguillos

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 10 de enero, recrea un mundo infantil y mágico

Detalle de uno de los cuadros que el artista José Llul expone en León

Detalle de uno de los cuadros que el artista José Llul expone en León

Publicado por
Marcelino Cuevas - león
León

Creado:

Actualizado:

Solamente en los niños se puede encontrar la emoción por lo mágico. En su pensamiento manda la imaginación, por eso son capaces de creer en lo imposible, de convivir con duendes, hadas y Reyes Magos, como una aventura más de su vida cotidiana. Quizá por eso a su alrededor se vive una atmósfera de feliz irreverencia. Gracias a los niños podemos regresar a veces al país de Nunca Jamás y recordar con emoción las vivencias de nuestra infancia perdidas en el tiempo. El veterano pintor valenciano José Lull, que estos días expone en la sala de arte Bernesga, nos ayuda con sus cuadros a sumergirnos en el fantástico universo de los más pequeños. El artista es capaz de retratar con inusitada belleza la realidad intangible de los niños. Niños que juegan en un pequeño jardín con la mirada perdida en sus juguetes. Niños que acompañan a sus madres a la orilla luminosa del Mediterráneo. Niños que se asoman al escenario colorista de la naturaleza... y entre tantos retoños encantadores, los monaguillos, auténticos emblemas de la pintura de este extraordinario artista. Los monaguillos, con sus pícaras travesuras, con sus ropajes intensamente rojos e inocentemente blancos, con el pelo alborotado por el continuo trajín, buscan la diversión y ejercen la travesura en el acogedor escenario de la sacristía. En ella escudriñan los viejos códices, osan enfrentarse al mareo del primer cigarrillo e, incluso, son capaces de entendérselas, con cierta malicia, con el dulce vino de misa. Estos monaguillos de Lull, dan forma a unas hermosísimas estampas que están en perfecta sintonía con el tiempo navideño. El pintor, con setenta años a sus espaldas, con mucho oficio en sus manos, es capaz de hacernos sentir con sus colores hasta el religioso olor del incienso de esas sacristías juguetonas. Cuando alguien es capaz de pintar con esa genial sencillez, de transmitir al espectador las vivencias infantiles de esos encantadores monaguillos, de encender una luz en el reducto de la ilusión... hay que admirarlo sin reservas y olvidarse de tendencias y modas para penetrar en la verdad de una obra bien concebida y admirablemente interpretada. Los niños de Lull juguetones e inquietos son un maravilloso canto a la belleza. Horario: De 12.00 a 13.30 y de 18.00 a 21.00; sábados, de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00s 20.00 horas. Hasta el 10 de enero.

tracking