«Estoy deseando cantar en León»

Recorre el escenario con la majestuosidad de una diosa sabiéndose dueña de una personalidad y de una clase únicas. Mientras ensaya en el Teatro Real la que será su última Tosca Raina Kabaivanska se resigna a decir adiós a un personaje que lo ha cantado más de 400 veces y que es, junto a la Callas, quien mejor lo ha sabido entender y trasmitir a los  públicos de todas las latitudes, edades y condiciones.  «Como María ninguna», nos dice con mirada cómplice, «ella era única, yo sólo trato de hacerlo como lo siento, como lo he absorbido a través de mi piel, de mis sentimientos, de mi ser pero ¡nunca como Callas!». Raina es consciente de que su voz ha dejado de ser perfecta para convertirse en ese instrumento al que todavía es capaz de extraer los jirones de una excelencia no concluida. A pesar de que otras voces pueden haber sido técnicamente más apropiadas, ninguna otra cantante del siglo XX y XXI le ha hablado a la gente como ella lo hace. Al igual que lo hizo Callas, Raina, que trabajó con ella y la conoció muy de cerca, cambió el mundo de la ópera, abrió su corazón, reveló sus sentimientos más profundos y su huella quedará para la historia. Su sola presencia en un  escenario es suficiente para compensar cualquier limitación vocal producida por los años  pero sólo con verla actuar, y de eso tuvimos un muestra imborrable los miles de aficionados que la aplaudimos hasta la extenuación  el pasado 27 de enero en el Real, lo sabemos bien, es como abrir una ventana y dejar que la vida penetre a raudales por ella.  Hablar con Raina es conectar de inmediato con la naturaleza y la significación del canto a través de las referencias existenciales de una mujer singular que es ya historia viva del arte lírico. -Hace unos meses dijo que aunque se había despedido en Parma del papel de Tosca Sagi se lo volvió a proponer y está aquí de nuevo. ¿Es difícil resignarse a dejar un papel que le ha proporcionado tantas noches de gloria? -Llevo 47 años de carrera y no con roles fáciles sino cantando siempre papeles protagonistas y comprometidos por lo tanto hay un lógico desgaste en la voz que se salvaguarda con técnica, experiencia e interpretación. El tiempo es inexorable, los años pasan también para mí. Por todo eso el momento del adiós definitivo será cuando yo sienta que no puedo estar a la altura de mí misma y de lo que el público espera de mí. Soy perfectamente consciente de que mi voz no es la misma de hace cinco o diez años, que no puedo cantar la Tosca como lo hacía hace un lustro. Pero también me doy cuenta de que los jóvenes no conocen la forma de cantar del pasado. Las esuelas de canto auténticas que han hecho que la lírica mantenga ese halo de pureza que otras artes han perdido con el paso del tiempo. Por eso es necesario que ese legado no perezca y la única forma de que sea así es dándolo a conocer a los que llegan y a aquellos cantantes que comienzan y no encuentra el camino a seguir.  A estas alturas de mi carrera lo que verdaderamente me importa es la realidad del momento e intento analizarla con bastantes dosis de autocrítica. Naturalmente que no canto como antes, los años no perdonan, pero lo honesto es saber lo que realmente puedes hacer en cada momento. -Tras este nuevo éxito de Tosca en Madrid ¿confirma su retirada definitiva o se lo va a pensar? -Cuando dije adiós en Parma al personaje creí que sería el definitivo pero después de la locura que presencié en el Real el día de mi recital, sentí que el público joven debía conocer cómo se cantaba en la época dorada de la lírica algo que ellos por su edad no han podido ver en directo. Sagi me lo propuso como un reto y yo lo acepté no sin antes sopesar mucho los pros y los contras de hacer un papel de una mujer joven como es Floria Tosca con  69 años. Pero aquí estoy y  creo que los resultados a juzgar por las criticas y el público han sido buenos lo que me ratifica en mi idea de que los jóvenes está ávidos de conocer el verdadero arte de la lírica de afianzarse en ese puente con el pasado y que yo de alguna manera represento por edad, historia y tradición. -En León la veremos en mayo con algunos de sus personajes más emblemáticos pero, y aunque la respuesta sé que no es fácil para usted, de todos los que la han llevado a la fama como Tosca, Butterfly, Adriana, Francesca¿¿hay alguno con el que se haya sentido más identificada? -Un cantante se puede llamar artista cuando no se identifica con ningún personaje si no interpreta con la misma intensidad cada uno de ellos. Cuando canto Adriana me sumerjo con toda intensidad en este personaje y si interpreto Tosca, soy Floria Tosca durante toda la representación.  A pesar de haber hecho más de 400 funciones de Tosca, nadie podrá decir que he hecho dos funciones iguales, porque intento que los personajes estén vivos. - Aunque esta es la primera vez que canta en León, ¿conoce por sus amigos las características del nuevo Auditorio y de la ciudad? -Me han hablado estupendamente de vuestro auditorio tanto por sus cualidades técnicas como por la acústica y estoy deseando recorrer León y conocer vuestro patrimonio histórico. Especialmente la Catedral y el Panteón Real, donde pienso pasar un día entero.