Diario de León

El diestro valenciano sufre una cornada con dos trayectorias en el muslo derecho

Ponce, baja en León tras ser cogido en Alicante con pronóstico grave

Los médicos estudiaban anoche el alcance de la contusión en el hombro derecho Pendiente de la exploración por

José Luis Estrada, Ana Díez, Fernando Escobar y Gustavo Postigo, en la entrega de premios

José Luis Estrada, Ana Díez, Fernando Escobar y Gustavo Postigo, en la entrega de premios

Publicado por
María Jesús Muñiz
León

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El torero Enrique Ponce, la gran figura de la feria de San Juan de León que comienza mañana, será seguramente baja tras sufrir ayer una cogida en la plaza de Alicante. Ponce, que tenía que actuar el próximo sábado en León, resultó cogido durante la faena de muleta por el segundo toro de su lote. Según el parte médico emitido ayer por el doctor López Castro, que atendió al valenciano en la enfermería de la plaza de Alicante, Enrique Ponce sufre «una cornada entre 20 y 25 centímetros de dos trayectorias en el muslo derecho con entrada supraparetal externa y que afectan al tejido celular subcutáneo». Además de la cornada, el diestro sufre, según esta primera observación, «una fuerte contusión torácica y en el hombro derecho»; por lo que fue trasladado a la Clínica del Perpetuo Socorro de Alicante, donde anoche se le realizaban más estudios radiológicos. El primer pronóstico médico sobre el estado del torero es grave. El apoderado del diestro de Chiva, Juan Ruiz Palomares, comentó anoche que la cornada no es muy grave, pero que están a la espera de conocer el alcance de las lesiones en el pecho y el hombro. «En cualquier caso, dijo, el torero deberá permanecer unos días en el hospital». Ponce resultó cogido cuando trataba de cuadrar al segundo toro de su lote para entrar a matarlo. Los astados, de la ganadería de Torrestrella, fueron mansos y desarrollaron sentido, poniendo en dificultades a los toreros. El torero, que fue silenciado en su primero, había ejecutado una labor muy jaleada en este segundo enemigo, pero en un momento en el que se confió el astado le prendió y, una vez en el suelo, le envistió repetidamente. Las cuadrillas se llevaron al diestro al callejón, donde trató de recuperarse, pero repentinamente cayó desplomado y fue trasladado a la enfermería.

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