Sólo sobreviven 198 pallozas de las 300 que existían hace veinte años

Es una de las construcciones emblemáticas de León, aunque tradicionalmente nunca se les llamó pallozas. Los edificios con techumbre vegetal son muy diversos y van desde la vivienda ovalada, sin apenas divisiones interiores que separen la zona de los hombres de la del ganado, hasta pajares ( payares , palleiros ) pasando por casas cuadradas techadas de paja (casas de teito , de teitu o de techo ), fruto de una evolución de las primeras. Hoy, tal y como se desprende de un estudio encargado por la Junta de Castilla y León a la empresa Sercam, sólo quedan 198 edificios de este tipo. «Nos encontramos, por tanto -reza la conclusión del estudio-, ante un panorama ciertamente desolador, y más si cabe cuando comparamos algunos trabajos sobre el tema de los años setenta y ochenta del pasado siglo, donde al menos se conservaban, en mejores o peores circunstancias, al menos tres centenares largos de construcciones de palla » (en gallego, o paya , en leonés). El inventario se ha centrado en los valles de los río Ancares y Valcarce y en los de Balboa, Barjas y Fornela por considerar que la cubrición de los ejemplares existentes en Cabrera, Laciana, Omaña y Cepeda «no es propiamente de paja sino de urz, escoba y otros materiales» (pese a que en realidad sí que existen en estas zonas viviendas y hórreos techados de cuelmo , palabra leonesa para designar la paja de centento, como sabemos). Según recuerda el etnógrafo salmantino Pedro Javier Cruz, de la empresa Sercam, el estudio tuvo lugar desde finales de 2005 a principios de 2006, distribuido en cuatro meses de trabajo y basado en trabajos previos de etnógrafos como Joaquín Alonso, González Arpide o García Grinda. Además, contaron con el asesoramiento del catedrático leonés José Luis Alonso Ponga. Una de las causas del agudo proceso de desaparición de este tipo de viviendas, de enorme interés científico, durante el pasado siglo, fue, según relata Pedro Javier Cruz, «el problema que había con los incendios». En efecto, al ser los tejados de paja y al no haber chimenea (el humo se escapa por una abertura del techo), «en los años cincuenta se dictaminaron una serie de leyes municipales por las que los dueños de estas casas debían pagar un impuesto especial». Fue entonces cuando muchas se abandonaron, destruyeron o se cubrieron con uralita, algo que en algunos casos, paradójicamente, hizo que la cubierta vegetal se conservara. Cruz también proporciona el dato de que hoy en día están ocupadas dos de ellas. También recuerda que en el leonés Ancares -aunque últimamente Galicia se haya apropiado del nombre de este valle que discurre íntegramente por la provincia de León- sólo queda «una cincuentena» de pallozas y que en otros lugares puede verse claramente su evolución a casa de dos pisos techada de pizarra, casa de lousa , como en el área de Balboa. «Otro modelo que no estudiamos en este inventario -comenta- ha sido el de las brañas y sus cabanas , que emplean la paja de centeno en determinadas ocasiones», aunque sí recogieron el testimonio oral de la última persona que vivió en la famosa braña de Campo del Agua. En cuanto a los problemas que se encuentran estas edificaciones y sus propietarios con vistas a su protección, Pedro Javier Cruz habla de lo «caro que resulta hoy teitar , apenas nadie siembra ya centeno» y que, a pesar de estar, en teoría, amparadas por la nueva Ley de Patrimonio, como son «inmuebles particulares», en realidad «no se obliga a ser conservados». Suspenso para la autonomía Eso en lo que respecta a la autonomía de Castilla y León, donde, como aduce Cruz, «no hay medidas suficientes y concretas» para ayudar a conservar este patrimonio. En otras comunidades -véase Galicia, o Asturias con sus brañas perfectamente cuidadas- este asunto se ha tomado en serio y la palloza se ha elevado a símbolo regional con subvenciones, propuestas de turismo rural, nuevas construcciones manteniendo el estilo tradicional y, en resumen, «dignificando» este elemento cultural de forma que propietarios y vecinos se sientan orgullosos de tenerlas en sus pueblos. De no hacerse de esta manera, en León el tema seguirá siendo, como dice Cruz, «cosa de la sensibilidad de cada uno». El problema es que es un patrimonio único. No lo hay en ningún otro sitio. 198 FICHAS ANCARES BALBOA VALCARCE BARJAS FORNELA TOTAL Pallozas 42 36 27 8 39 152 Palleiros 15 1 0 0 26 42 Casas de teito 0 1 2 1 0 4 Total 57 38 29 9 65 198