Fútbol

HARÍA falta el talento de un guionista de CSI para poder describir en pocas palabras, y sin dejarse nada en el tintero, la feroz guerra judicial que Mediapro y Sogecable vienen sosteniendo por los derechos del fútbol televisado. Vamos a ver. Audiovisual Sport es la empresa que controla los derechos de emisión de los partidos de Liga en régimen de monopolio; los compró para ofrecerlos en modalidad de pago con la excepción de uno a la semana, decidido por la propia Liga de Fútbol, que sería emitido en abierto y cuyos dineros también irían a parar a Audiovisual Sport. El negocio redondo, en fin. Audiovisual Sport está controlada por Sogecable, la madre de Cuatro y Digital Plus, que tomó definitivamente el control de la empresa en enero de 2007. Entre los accionistas de Audiovisual Sport figura también Mediapro, que es la madre de La Sexta. Mientras Sogecable (Digital Plus) contaba el dinero que le iba a dejar la exclusividad del fútbol de pago y la venta del otro, en abierto, Mediapro (La Sexta) alcanzaba acuerdos parciales con clubes concretos -el Madrid, el Barça, el Sevilla- para la retransmisión de sus partidos. Sogecable dice que Mediapro tenía prohibido negociar individualmente con los clubes; Mediapro dice que no. Clave de la discordia: Sogecable quiere que La Sexta pague la pasta gansa en la que valora cada partido emitido en abierto; La Sexta dice que ya ha pagado los derechos a Mediapro, y Mediapro dice que ella, a su vez, ya ha pagado a los clubes cuando les compró los derechos de emisión. En septiembre de 2007, el director general de Audiovisual Sport firmaba una tregua con Mediapro, pero Sogecable reaccionaba defenestrando al director general en cuestión y negando cualquier acuerdo. En abril de 2008, un juez impedía a Mediapro meter las cámaras en el campo del Recre. Entonces Telecinco compró partidos para emitirlos en abierto. Pero La Sexta, también rompió a emitir otros partidos. «Nos veremos en los tribunales», se dijeron los protagonistas del drama. Una nube de demandas cruzadas ha cubierto desde entonces los juzgados españoles. El juicio final (con perdón) tenía que verse el 23 de julio, pero, en el ínterin, las distintas demandas laterales han seguido su curso: una sentencia favorecía a Sogecable y otra, la más reciente, ha favorecido a Mediapro, de manera que no habrá juicio final. ¿Usted lo ha entendido? Yo, no del todo. Pero me acuerdo de una cita de Saint-Exupery en Ciudadela : «¿Queréis que los hombres se odien? Arrojadles dinero».