Diario de León

En las primeras catas arqueológicas hallaron restos romanos y medievales

Permiten vaciar el solar donde hay un castro de la Edad del Bronce

Está previsto construir un edificio sobre el primer asentamiento de Valencia de Don Juan

León

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La Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta, en su última reunión, acordó autorizar el vaciado el solar donde se localiza el primer asentamiento de Valencia de Don Juan, un castro de la Edad de la Edad Bronce, conocido como el Castrum Coviacense. La reunión, de la que estuvo ausente el presidente de la citada comisión, el delegado territorial de la Junta, Eduardo Fernández, decidió permitir la excavación de todo el solar hasta la cota de los 2,80 metros, para levantar un muro pantalla, lo que según expertos consultados por este periódico podría «arrasar» definitivamente los diferentes estratos históricos. De hecho, en la citada reunión de Patrimonio se dio cuenta de la aparición de depósitos de grano bajomedievales, retazos de muros tardorromanos y un pequeño fragmento de pavimento de canto rodado, aparte de sigilatas -cerámicas- de la misma época, localizados en las prospecciones realizadas en esta finca el pasado mes de septiembre, después de que el historiador Javier Revilla armara un gran revuelo al denunciar el valor arqueológico del enclave, situado a 200 metros del castillo coyantino. En el solar estaba previsto construir un edificio de viviendas, que contaba con los preceptivos permisos municipales y la autorización de Patrimonio. Y ello a pesar de que el Castro Coviacense aparece consignado tanto en el Catálogo de Yacimientos Arqueológicos Protegidos como en el Plan General de Ordenación Urbana de Valencia de Don Juan, aprobado hace ahora un año. Aunque inicialmente Patrimonio y el arqueólogo territorial de la Junta, Julio Vidal, no pusieron objeción alguna a la construcción del edificio, salvo dos «pinceladas» de carácter estético, como el color del ladrillo de la fachada y la colocación «estratégica» de las placas solares, dada la proximidad del nuevo inmueble al castillo coyantino, la denuncia presentada por Revilla surtió efecto. Fue entonces cuando la Junta acordó con los promotores del inmueble una prospección previa. En la última reunión de la Comisión de Patrimonio se leyó un informe del arqueólogo territorial que afirma que los restos de construcciones encontradas «parecen denotar un alto grado de arrasamiento o saqueo posterior a su abandono.... todo lo cual impide atisbar la configuración y funcionalidad de los espacios a los que pudieran corresponder». El arqueólogo aconseja que, a la vista de los resultados obtenidos, se «puede proceder al vaciado de la superficie del resto del solar», para levantar un muro pantalla. Pérdida irreversible Revilla critica que estos acuerdos se han adoptado sin respetar el plazo de alegaciones fijado por la propia Comisión de Patrimonio después de su denuncia, ya que «se se ha autorizado el vaciado antes de que nos llegase la notificación a los implicados». Curiosamente, en las excavaciones arqueológicas realizadas en 1987 al borde del castillo, se constató que esta zona está ocupada, al menos, desde el final de la Edad del Bronce, hacia el año 1.200 a.C. Desde entonces, el subsuelo de este castro ha estado poblado en las dos edades del Hierro -siendo bastante importante la etapa protohistórica vaccea- y en época romana. Revilla aclara que no tiene nada en contra de la empresa constructora, pero considera que «por encima de los intereses particulares debe prevalecer el interés general: los coyantinos tenemos derecho a conocer nuestro pasado, a rescatar y estudiar los objetos que utilizaron nuestros antepasados y, sobre todo, tenemos el deber de evitar la destrucción de nuestros yacimientos arqueológicos, pues su pérdida sería irreversible».

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