Cristiano da aire a Pellegrini (6-2)

Respiró Pellegrini, respiró Kaká y respiró el Madrid. Y los tres gracias a Cristiano Ronaldo. El conjunto blanco se impuso con contundencia a un Villarreal que renunció a su fútbol de toque y posesión característico y se convirtió en un juguete en manos de los madrileños. Pero la gran estrella fue Cristiano Ronaldo. El extremo portugués se erigió en el protagonista del encuentro al participar en la media docena de goles de su equipo. El luso destrozó al -˜submarino amarillo-™ con su velocidad, desmarque y desborde. Kaká marcó dos tantos para ausentar a sus fantasmas e Higuaín puso con sus goles la efectividad que le falta a Benzema y redondeó una noche mágica para los madridistas, que se mantienen a dos puntos del Barça.

El Madrid salió al Bernabéu con la obligación de ganar para evitar no alejarse del líder y para resarcirse de la derrota de Champions ante el Lyon. Los blancos empezaron con ganas. Monopolizaron la posesión del balón ante un rival que sólo sabe vivir del toque y el manejo del esférico, pero que sufre agazapado atrás, con una filosofía de juego contraria a la instaurada por el propio Pellegrini en el banquillo amarillo.

Y llegó la falta en la frontal del área que Cristiano Ronaldo se encargó de lanzar y clavar en la escuadra. El luso mostró su genialidad y también su lado más solidario al enseñar una camiseta con la palabra Madeira, su tierra natal, donde las lluvias torrenciales han dejado decenas de muertos estos días.

En la siguiente jugada Higuaín fue derribado en el área por Marcano y el árbitro señaló un dudoso penalti. Kaká fue el encargado de transformarlo y reivindicarse ante su público. Solo habían transcurrido 20 minutos y con el segundo tanto del Madrid el partido parecía finiquitado. El Villarreal, noqueado y sin reacción daba síntomas de rendición. Pero los de Garrido golpearon de la única manera que podían: a balón parado. Senna respondió al tanto de Cristiano con otro golazo de falta menos espectacular, pero igual de efectivo. Tras la reanudación los de Pellegrini tomaron de nuevo las riendas del partido. Cristiano protagonizó la jugada del tercero en la que a su calidad y endiablada velocidad sumó la inteligencia para sacarse un centro raso de primeras que permitió a Higuaín marcar a placer. El tanto del argentino convirtió el choque en una locura, con el Villarreal al ataque dejando grandes huecos a su espalda que provocó una sucesión de ocasiones, a cual más clara, para los madrileños. Pirés entró en el submarino amarillo y la única vez que entró en contacto con la pelota cerca de la portería de Casillas, participó en una jugada de tiralíneas en el área blanca que culminó con el tanto de Nilmar. Volvía la emoción, pero Cristiano no estaba por la labor de sufrir y de sus botas Higuaín y Kaká marcaron el cuarto y el quinto, respectivamente. Xabi Alonso, de penalti, cerró la cuenta.