Stranovsky al rescate (28-29)

Dos de dos. Este Ademar marcha. Con mucho sufrimiento, eso sí, el equipo leonés consiguió ayer su segundo triunfo liguero ante un peleón Antequera. Tal y como se esperaba habida cuenta de los anteriores enfrentamientos, el Reale Ademar hubo de emplearse a fondo para sacar adelante su partido ante Antequera y no tuvo descanso emocional hasta el pitido final. Como sucediera desde el primer enfrentamiento entre ambos equipos, los leoneses sufrieron para ganar en Antequera.

Nada más empezar, los de Ribera se pusieron por delante en el marcador y salvo en el 8-7 y 9-7, mantuvieron esa renta, gracias a hacer valer su superioridad y, sobre todo, a aprovechar sus muchas superioridades numéricas, mostrándose más rápidos en sus bajadas a la defensas, y en los contraataques.

Los de Ortega, que comenzaron jugando 5-1, adelantando a Luis Campos, pero al pasar a 6-0, permitieron los tiros lejanos y con ellos los decisivos goles de Buntic, que logró un cien por ciento de efectividad, en sus lanzamientos más lejos de la línea de 9 metros.

Los leoneses, más veteranos supieron dejar pasar el tiempo cuando tenían inferioridad numérica aprovechando gran rapidez en los contragolpes y a la hora de replegarse, como corresponde a un equipo esperto en este juego e integrado por buenos jugadores.

La segunda mitad resultó mucho más igualada como desmuestra el parcial a favor de los locales y principalmente fue porque los de Ortega sacaron casta y valentía, y aprovecharon el apoyo de su público que les lelvó en volandas en varias fases del encuentro.

Con todo, el partido estuvo igualado, con muchos empates o ventajas cortas de los leoneses, y emocionantes empates a 26, 27 y 28, con jugada clave en los últimos segundos en que el delegado cortó el tiempo, dejando correr el crono en segundos que pudieron ser vitales para que los locales lograran también el empate a 29. Los árbitros respetaron el falso cronómetro, dejando en un lanzamiento de 9 metros que un equipo veterano como el leonés supo controlar.

En un partido tan igualado, no puede hablarse de resultado injusto, pero no lo hubiera sido tampoco el empate final, por la gran reacción de los de Ortega al final del partido.

El héroe del encuentro por parte local fue Rafa Baena, que marcó ocho goles, pero sobre todo porque cada vez que salía como pivote basculaba sobre la línea de seis metros y tiraba de dos o tres defensas dejando huecos que sólo la inexperiencia de los locales y la gran colocación de Vicente Álamo impidió que se trasformara en goles.

Por parte ademarista está claro: Martin Stranovsky, autor del gol decisivo cuando faltaban nueve segundos para que concluyera el partido.

Y ese final vino marcado por una bronca colosal a los árbitros y al delegado federativo. El delegado federativo paró el partido con 22-24 en el marcador, llamó a los colegiados, les comentó algo y éstos acto seguido excluyeron a Luisfe por dos minutos cuando el jugador antequerano se encontraba, en la acción, en medio de los dos colegiados que no habían apreciado ninguna infracción. Casi al final del partido excluyeron por algo parecido y de igual manera al ademarista Juan Andreu, fue en medio de un lío monumental cuando adujeron un cambio mal hecho por los leoneses.