Diario de León

UN CAMPEONATO CON MUCHA MAÑA

‘No me rindo’

Todo el judo, reunido con representantes de todo el deporte leonés, hace posible el ‘milagro’ luchado por el gran judoka Fernando Mogena.

El agarre con uno de los más grandes de la lucha leonesa, Héctor García, en una lucha que hizo posible el milagro.

El agarre con uno de los más grandes de la lucha leonesa, Héctor García, en una lucha que hizo posible el milagro.

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A. BARREÑADA | LEÓN
León

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El milagro se luchó. El Palacio de Deportes vivió el sábado la fiesta solidaria del Deporte que había sido guardada como regalo inestimable y se mostró en plenitud para su destino: «Milagro León», una nueva victoria en el Desafío Mogena.

La sorpresa guardada para Fernando Mogena, el gran judoka al que la terrible enfermedad del ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) no ha conseguido doblegar en su lucha, tuvo toda la grandeza del impresionante número de deportistas unidos en la causa (además de los de muchas otras disciplinas, más de trescientos de todo el judo), el atractivo de combates como los de imágenes que acompañan esta página, toda la belleza del canto que acompañó el ejercicio de la mejor gimnasta, o las flores que en nombre de todos los deportistas ponía ‘El Junco’ en las manos de Mogena, que son las de su compañera en la Lucha de la Vida.

Su vida, esa lucha ejemplar reflejada en alguna de sus propias palabras: «Es la enfermedad la que está enferma. La persona sigue siendo igual de digna». «Desafío Mogena» se puso en marcha con el objetivo de ayudar a este gran luchador y a la investigación sobre células madre en línea al combate contra la ELA que se desarrolla en el Hospital Universitario de Murcia.

Todo el judo, todo el deporte leonés, se unía con El Koeru Judo Club, cuyo alma es José Luis Bajo Fernández, responsable de este Milagro. Y en esa amplia selección, algunos de los mejores de los cintos de la Leonesa, de los aluches, como Nacho «el de Matadeón», Héctor García, Clemente Fuertes, Rodrigo Fuentes, Mónica Matía, María Rubiera, Noelia Morala, Marta Llamazares. Se mostró la lucha de la tradición, se tendieron sus cintos y sirvieron para unir.

Fue plenamente cierto lo que José Luis Bajo señalaba en el documento que presentara la propuesta solidaria a cuantos pudieran (y puedan, en adelante) sumar sus fuerzas en causa tan justa: «Para nosotros ya está ocurriendo el Milagro 2014, por cada sitio por el que vamos transmitiendo nuestra ilusión.»

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