Diario de León

LA ENTREVISTA

«El ciclo vital de los salmones es algo que resulta fascinante»

MIGUEL AGUILAR / PESCADOR Y AUTOR DEL LIBRO ‘SALMÓN ATLÁNTICO’

El leonés Miguel Aguilar Juan con su libro Salmón Atlántico. M. A. J.

El leonés Miguel Aguilar Juan con su libro Salmón Atlántico. M. A. J.

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G. f. | LeóN

Pescador de pura raza —de los que nacen casi con una caña entre las manos— y fotógrafo con buen ojo para la naturaleza y especialmente para la pesca en los cauces norteños. Fruto de esas dos pasiones, el leonés Miguel Aguilar, ha puesto recientemente en el mercado un libro titulado ‘Salmón Atlántico. Su ciclo biológico en agua dulce’ una obra muy rigurosa, aderezada con un amplio rosario de fotografías de alta calidad que pretende ofrecer un exhaustivo repaso de la azarosa vida de esta especie, desde que nace en los ríos asturianos, su etapa en alta mar y su regreso a las aguas que le vieron nacer para desovar y morir.

—¿Qué ha querido plasmar o transmitir con este libro?

—He intentado reflejar el complejo ciclo biológico del salmón, reflejándolo también con fotografías de cómo ponen los huevos, cómo nacen... Hice muchas fotos con carcasas subacuáticas para reflejar su nacimiento y su desarrollo, tanto en su primera etapa fluvial como la posterior. Es un trabajo secuencial, como la vida del salmón. Nacen en los ríos y luego se adaptan al la salinidad para el gran viaje oceánico que les espera. Viajan a Groenlandia, que es donde está su zona de engorde, y pasados tres o cuatro años retornan a su lugar de nacimiento. También se detallan sus peleas en la época de freza, las camas que hacen las hembras para poner las huevas, todo su ciclo en definitiva.

—Está claro que es un trabajo al que habrá dedicado mucho tiempo de preparación.

—Llevo muchos años con él pero ha sido en los últimos dos o tres años cuando le he dado una arreón importante. Condensando muchas cosas. En total me ha llevado más de cinco años. En la cabeza tenía muy claro lo que tenía que hacer.

—¿Cuales fueron las fotografías más complicadas de hacer porque trabajar en el agua está claro que no es sencillo.

—Lo más difícil fue coger justo el momento en que la hembra pone las huevas y el macho las fecunda con el esperma. Eso son unos segundos. Te puedes pegar horas viéndolos y la hembra no termina de echar la hueva. Es complicado captar ese momento y en el libro hay dos fotos que captan justo ese instante. Tuve que ir bastantes días a lo largo de más de un año. En ocasiones lo captas pero la foto no es de calidad, no hay una buena angulación o el agua provoca unos brillos que la estropean.

—Además usted es el autor de esta obra en un sentido absolutamente global...

—Sí. Hice las fotos y el texto pero también lo diseñé y lo maqueté yo. Es hijo mío entero. Tampoco me es algo ajeno porque profesionalmente me dediqué a eso en la empresa Everest hasta que cerró.

—¿Qué es lo que más le fascina del salmón y su ciclo vital?

—Me atrae todo, todo su ciclo vital es fascinante. Los salmones tienen comportamientos muy característicos. Hay fotografías muy interesantes en el libro como las que reflejan cuando remontan las cascadas y otros obstáculos en otoño. Ver a peces de entre dos y once kilos saltar por los rápidos del río Sella es bastante espectacular.

—Y no es su primer libro...

—Es el tercero que publico. Lo que pasa es que en este me cansé de picar puertas; tanto de particulares como de instituciones públicas y nadie quiso editarlo. Así que al final me di de alta yo como editor y lo estoy vendiendo yo también en esta dirección: miguelaguilarjuan@gmail. com. Es una serie limitada de 500 ejemplares con imágenes fotográficas de calidad.

—Se define más como pescador que como fotógrafo ¿Cuantos años lleva con la caña?

—La afición a la fotografía me vino por la pesca. Soy pescador desde que tengo uso de razón. Pero cuando la temporada se acaba el río sigue ahí. Se trata de cambiar la caña por la cámara de fotos. He descubierto un mundo completo todo el año. Empecé a pescar de la mano de mi padre, no recuerdo ni cuando peo siempre me recuerdo con una caña en la mano.

—¿Y su zona favorita para pescar en León?

—Pescó en todos los ríos pero los que más me gustan son los cursos naturales, los que no están regulados por pantanos, ríos como el Curueño, el Omaña y el Torío. León es una provincia espectacular para la pesca. Tenemos kilómetros y kilómetros y aguas muy distintas desde el llano a la montaña.

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