Diario de León

Balonmano | Liga Asobal

El Ademar coge velocidad de crucero

BM Nava 19 Abanca Ademar 27. Los leoneses culminan su semana fantástica con una victoria en tierras segovianas que dejaron finiquitada en la primera parte

Rubén Marchán volvió a completar un gran partido con el Abanca Ademar siendo de nuevo el máximo goleador del equipo. MARTA GEA

Rubén Marchán volvió a completar un gran partido con el Abanca Ademar siendo de nuevo el máximo goleador del equipo. MARTA GEA

León

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No cayó en la trampa el Abanca Ademar de creer que el del Nava se antojaba como su encuentro más plácido de la semana. De haberlo hecho quizá los de Diego Dorado le hubiesen puesto en más aprietos. Pero Cadenas (19-27) sabía que si ante Metalurg y Bidasoa salieron con una marcha más, la receta para traerse a León los dos puntos no debía variarse ni un gramo. Y aunque la excusa del cansancio físico estaba al alcance de cualquiera, los ademaristas se tomaron muy en serio el encuentro, sobrios atrás y desatados en ataque. De hecho, tal fue el recital visitante que el choque quedó visto para sentencia en su primer acto (5-17). En el segundo el bajón leonés era de esperar, pero quizá los menos habituales no aprovecharon del todo esos minutos para reivindicarse.

La salida del conjunto marista fue muy semejante a la del pasado jueves en Artaleku. La defensa leonesa progresa adecuadamente y su portería roza cada vez más el notable alto. Ayer le tocó el turno a Khalifa, quizá en un partido poco apetecible, pero el guardameta argelino se lo tomó como si de la final de Champions se tratase. Es en ese tipo de detalles donde uno calibra la calidad del protagonista en cuestión. Y sin duda lo fue, con unos números dignos del escaparate que traía cuando se le fichó —12 de 16 paradas— antes del paso por vestuarios. Y encima Slavic, en su primera intervención bajo los palos, detuvo un lanzamiento de siete metros. Esa seguridad se contagia.

Desde atrás comenzó a darle forma el Ademar a su juego. Sorprendió Cadenas colocando a Donlin en el centro de la defensa y el estadounidense no defraudó. Estuvo intenso, concentrado e incluso con acierto en el aspecto goleador en las pocas ocasiones que tuvo de subir. Pero el pivote ofensivo tiene nombre propio y resulta casi imposible que nadie se lo arrebate a Rubén Marchán. El internacional vuelve a estar en los números del pasado curso y anotó cinco goles de cinco lanzamientos. Poco más se le puede pedir. Tanto Natán Suárez como Tin Lucin conectaron con pases, algunos, de ensueño.

Desconectados
Sin quitarle méritos al triunfo del Ademar, los de Diego Dorado estuvieron poco intensos

Tiempo. Eso es lo que viene pidiendo el técnico de Valdevimbre para que los frutos comiencen a intuirse. Y, aunque todavía hay mucho que madurar, lo cierto es que en una semana ciertamente complicada, el equipo ha demostrado carácter competitivo y mimbres que recuerdan al del año pasado pero con una plantilla más joven y de calidad.

Sin quitarle méritos al triunfo del Ademar, no hay que pasar por alto lo poco intensos que se mostraron los pupilos de Diego Dorado en la primera mitad. Muy desacertados en ataque, acelerados en las transiciones y débiles en la retaguardia, se acomplejaron demasiado pronto ante un rival al que respetaron en exceso. Sus paupérrimos cinco goles en 30 minutos dan fe de que no tuvieron su mejor día.

Visto para sentencia

Tal fue la superioridad del Abanca Ademar que en la segunda parte Cadenas dio entrada su segunda unidad reservando fuerzas para el Toulouse. Era el turno de los Kisselev, Gostovic, Antonio Martínez y compañía. Siempre tutelados por Semedo, Feutchmann, Lucin o Pedro Martínez. Y como era de esperar, el rendimiento de los leoneses se resintió. Ahí están los números; 17 goles en el primer tiempo y tan solo 10 en el segundo. Por contra, el Nava maquilló el marcador situándolo hasta los 16 (+11).

Khalifa volvió a dar fe de su exigencia reprochando a sus compañeros cada una de las acciones mal defendidas por haber bajado una o dos marchas.

El encuentro nunca peligró para el Ademar y en algunas fases sonó más a un entrenamiento que a otra cosa. Semedo es un seguro de vida en el tiro exterior y ayer lo volvió a demostrar y lo bueno es que empieza a no estar solo en esa faceta. Gostovic se atrevió con acierto desigual y Tin Lucin estuvo a la altura. Tener ese arma más repartida traerá futuras y necesarias alegrías cuando toque jugarse los cuartos de verdad. Gran imagen de un Abanca Ademar que se mantiene invicto a domicilio. Sus dos puntos de ayer frente al Nava lo hacen ascender hasta la quinta posición de la tabla aún con cuatro partidos aplazados y lo que es más importante, confirman su paso adelante en el juego cerrando tres triunfos consecutivos que dan moral y afianzan los cimientos puestos por Manolo Cadenas. Y todavía no están al ciento por cien.

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