Diario de León

Fútbol | Primera División

El Real Madrid muestra su jerarquía

Publicado por
Ignacio Tylko
León

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Una vez más, Zidane le ganó la batalla táctica a Simeone, miedoso en este tipo de citas, y el Real Madrid se impuso incluso con comodidad en el primer derbi de la historia sin público (2-0). Llevaba 26 partidos sin perder el líder, curiosamente desde que el pasado febrero cayó también ante el eterno rival, pero fue una caricatura ante un Madrid serio, concentrado, trabajador, con mejor manejo de balón, más organizado, con más pegada y hasta más intenso.

El duelo confirma el crecimiento del campeón, que se coloca a tres puntos del Atlético, pero con un partido más, y deja dudas sobre ese favoritismo que hasta Zizou les trasladó a los colchoneros para el torneo de la regularidad. Mientras el Madrid reencuentra el camino que le dio el último título tras el confinamiento, se rearma por completo tras ganar tres finales consecutivas y celebra el extraordinario momento de Modric y Kroos, el Atlético retrocedió en el tiempo y hasta encajó dos goles, los mismos en toda la Liga. No fue ese equipo fino, atrevido, rápido, profundo y segurísimo atrás que le llevó a ganar los seis últimos partidos. Disponía de una excelente ocasión para darle un golpe casi definitivo al campeonato, pero de nuevo actuó acomplejado. Solo en el tramo final, con todo ya perdido, mostró carácter y orgullo. Simeone, extraordinario para el día a día, erró en otra cita clave. El mismo día que Sergio Ramos celebró su derbi 43, superando a leyendas como Paco Gento y Sanchís, Joao Félix y Luis Suárez terminaron sustituidos y molestos. Darán que hablar esos cambios.

Salió mucho mejor el Madrid y supo llevar el partido a su terreno. El juego más pausado le viene mejor a los blancos, sobre todo si Kroos y Modric no son encimados. El equipo de Zidane se adueñó enseguida del balón, del gobierno del centro del campo y del manejo de los tiempos y los espacios, y el Atlético era una caricatura porque ni presionaba, ni atacaba, ni defendía con ímpetu, ni cerraba bien los espacios.

Avisó Benzema pero su disparo golpeó en el poste tras una mano prodigiosa de Oblak. A la tercera, el Madrid ya no perdonó. Fue en un saque de esquina muy bien tocado por Kroos y cabeceado por Casemiro ante la pasividad de tres defensores que le rodeaban. No suele encajar goles de ese tipo el líder, que sólo había recibido dos en esta Liga y encajó los mismos en Valdebebas. Con el balón en su poder y el resultado a favor, el Real Madrid se dedicó a moverlo sin sufrir. Los colchoneros les miraban y los minutos pasaban sin que ocurriera nada. Apenas faltas y siempre la sensación de que se jugaba a lo que quería Zidane. Ni Simeone gritaba y especulaba como es habitual, aunque a la media hora decidió cambiar el dibujo y pasar al tradicional 4-4-2.

Se llegó al descanso con amago de tangana por una discusión entre Vinicius y Koke y se reanudó la segunda mitad con triple cambio de Simeone, que buscó más de mordiente con Lodi, Correa y Lemar y reconoció de forma tácita su pésimo planteamiento. Dos tarjetas a dos de los recién entrados en cinco minutos, mostró un cierto cambio de actitud. La tuvo el francés tras la primera gran internada de Llorente, pero no acertó. Y al Cholo no se le ocurrió otra idea que quitar a Joao Félix y luego a Suárez. ¡Vaya caritas de los dos! El Madrid retrasó líneas, pero pronto encontró el segundo gol. Tremendo zapatazo de Carvajal al poste y autogol de Oblak, a quien le golpeó el balón en la espalda. Era el día del campeón y una noche nefasta del aspirante.

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