La ambición por bandera

Conociendo a Cadenas, el lema para la próxima campaña no puede ser otro. La ambición por bandera. Aspirar a todo, creer en las propias posibilidades. Ambición, ilusión, garra, entrega. «Ademar a luchar». Como siempre; pero ahora creyendo en los mimbres que ha tenido para fabricar el cesto capaz de recoger en su seno los mejores frutos. Y es que la ambición se ve respaldada por la excelente plantilla formada. Dos jugadores de calidad por puesto; más juventud que veteranía, aunque ésta sea lo suficiente más que por años por oficio para compensar el posible exceso en una entrega sin el control debido. Juventud y veteranía. Ciencia y experiencia. El equipo conserva a todos los jugadores que supieron, por ejemplo, doblegar al Ciudad Real en la Copa. Hicieron doblar su cerviz altanera con una derrota de esas que duelen. No va a ser fácil repetir temporadas tan completas como las dos últimas. Porque los equipos se han reforzado mucho, igualando fuerzas y posibilidades. Tal vez, en teoría, sea el Ciudad Real quien parte como favorito. Ha quitado jugadores al poderoso Barça, al Portland y al Ademar. Y con su derroche dinerario ha llevado a los equipos a gastar posiblemente lo que no tienen, o tienen en menor medida de la que sus posibilidades pueden generar. Mal camino está tomando el Balonmano. Derrocha cuando hasta el fútbol se encuentra en época de vacas flacas, de tal suerte que muchos han pasado fatigas para no tener que afrontar el fantasma del descenso y la desaparición. Ahí está el Burgos, caído por tercera vez, tropezando tres veces en las duras piedras. Primero tuvo que cambiar el nombre de Gimnástica Burgalesa, por el de Burgos, luego ha podido últimamente eludir la desaparición pero no el descenso. No deja de llamar a una reflexión profunda, su triste aventura. Y la sorpresa de comprobar como fue inacapaz de cubrir la cantidad fijada para su conversión en SAD. En puesto destacado de Segunda B y con pretensiones máximas de ascenso. Aparentemente sin deudas que pusieran en peligro su pervivencia. Y no consiguió cubrir el nominal de las acciones exigido... Del fútbol al Balonmano. Demasiado dinero en juego; y ahí, en el derroche dinerario, está el peligro. Por supuesto, tal como llevan la economía los rectores ademaristas, el peligro está orillado. Base en lo económico y altura en lo deportivo. «Tengo el mejor equipo de los últimos años y aspiro a todo». Si Manolo lo dice... Genio y figura...