Diario de León

Balonmano | Liga Europa

El Ademar dice adiós al sueño europeo

Abanca Ademar 31 Kristianstad 34 De nuevo un pésimo segundo tiempo de los leoneses impide que peleen al menos por traerse una victoria a León. Los suecos, en cuartos de final

El Ademar se vació para darle la vuelta a la eliminatoria pero no pudo con los suecos. Marchán, en una imagen de archivo, logró meter tres goles. EFE

El Ademar se vació para darle la vuelta a la eliminatoria pero no pudo con los suecos. Marchán, en una imagen de archivo, logró meter tres goles. EFE

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Todos en el Abanca Ademar soñaban con meterse en la final four de la recién remozada Liga Europea (31-34). Lo hicieron durante la fase de grupos —donde solo el Wisla Plock fue capaz de derrotarles en Polonia— y después de conocer a su rival de octavos, el Kristianstad sueco. No era, desde luego, el peor de los sorteos. Con lo que nadie contó —ilusos— fue con la reaparición de una pesadilla que roza ya lo insoportable. Y es que el enésimo confinamiento del conjunto leonés tiraba por tierra los planes de una plantilla que se plantó en territorio enemigo sin entrenamientos grupales en los últimos diez días ni tiempo para descansar de un road trip nada placentero. Aún así —porque eso va en el ADN— apostaron por jugarse el cocido compitiendo, incluso arriesgándose a padecer lesiones cuando todavía resta temporada por delante. Pero el órdago se quedó en farol.

Tanto el lunes como ayer, los de Cadenas dieron la cara en el primer tiempo pero hicieron bueno ese mantra tan cinéfilo de que segundas partes nunca fueron buenas. Porque hasta ese momento aguantaron y se mantuvieron vivos en la eliminatoria, pero tras el paso por vestuarios se deshicieron como un azucarillo. Lógico, por otra parte, pues la gasolina estaba en la reserva. La pena es que en el caso del duelo de este martes su entrenador les pidió agresividad e hicieron todo lo contrario. De irse uno arriba a caer hasta por seis con numerosos errores en acciones de gol sencillas que ni siquiera regalaron el triunfo como mal menor. Lo de remontar los siete goles de la ida era harina de otro costal.

Tocaba estar fino en ambas áreas y el Ademar salió a sorprender. El 3-1 inicial fue importante para enviar un mensaje directo al Kristianstad; si les daban la mínima oportunidad los leoneses eran capaces de cualquier cosa. Pero la misma efectividad con la que iniciaron el choque se tornó en desacierto cuando la renta podía haberse colocado incluso en un +5. Igual que en el partido del lunes, ayer cada vez que uno de los dos equipos lograba abrir brecha recibía un parcial similar a los pocos minutos que neutralizaba el conato de golpe en la mesa. Gonzalo falló desde los siete metros y poco después lo haría Lucin. Eso unido a las precipitaciones en los pases y a las paradas de Banke —de nuevo un seguro de vida para los suecos— hicieron imposible que la ventaja llegara a consolidarse.

De las mejores noticias del primer tiempo fue la aparición de Gostovic en el tiro exterior. La lesión de Semedo le ha obligado a dar un paso definitivo adelante o ver condenado su futuro en el club y el lateral está respondiendo. Cuatro tantos en su haber y la sensación de que poco a poco se libera de la presión fueron de lo más esperanzador. Parecía que el 12-8 (minuto 19) dejaba tocado a los ‘visitantes’ pero nada más lejos de la realidad. De nuevo en solo tres minutos el Kristianstad anuló la ventaja (13-12). A dos del paso por vestuarios —y con un Ademar perdido— Cadenas pidió un tiempo muerto para recordarles a los suyos que le valía con irse uno arriba al descanso. Fue Donlin quien deshizo el empate (16-15).

Pero lo peor estaba por llegar. No fue el día de los extremos leoneses y a los dos minutos de la reanudación los suecos se pusieron por delante por vez primera (16-17). Una tendencia que ya se mantendría hasta el bocinazo final. Pocos se salvan de un segundo tiempo errático hasta más no poder, con enormes lagunas defensivas y continuos tiros que no entraban entre los tres palos de una portería sueca que ahora estaba a cargo de Christensen. Dos muros. No así Khalifa ni Slavic, que no tuvieron su mejor tarde.

Pedro Martínez fue de lo poco reseñable. Robó numerosos balones y filtró buenos pases tanto a Marchán como a Lucin. Pero no fue suficiente. Los suecos encontraron grandes facilidades para ir agrandando su ventaja y no todo por demérito del Ademar. Corrieron más, defendieron mejor y dominaron con más cabeza los momentos clave. Dicho esto, el Ademar ha caído con honor, haciendo seguramente más de lo que podía dadas las circunstancias y sabiendo que tiene plaza europea segura para la próxima temporada. Y eso, no tiene precio.

La plantilla ademarista hizo un gran primer tiempo pero bajó su rendimiento tras el paso por vestuarios. EFE

 

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