La reacción es obligada

Pasado el descanso de la competición, la Cultural enfoca una nueva jornada donde rendirá visita en tierras gallegas al Deportivo de La Coruña, conjunto aspirante a buscar el ascenso de categoría para intentar volver a la división máxima cuanto antes posible. Tampoco han sido los mejores inicios de campeonato para el cuadro coruñés, que ha vivido ya un cambio de entrenador para ir enderezando la nave, y es que no es fácil sobrevivir en ciertos equipos a resultados no demasiado positivos, cuando las exigencias son tan grandes y los objetivos muy claros.

El conjunto culturalista viene de caer derrotado en su propio feudo en la última jornada y necesita volver a la senda de la consecución de puntos, para así no meterse en la boca del lobo, que empiecen a recordar fantasmas del pasado. Los errores que partido a partido se van repitiendo, dentro del terreno de juego, están penalizando al equipo que dirige Edu Docampo en el resultado final. Son demasiadas las penalizaciones que se cometen, y que ponen muy cuesta arriba cada partido, donde esa capacidad de reacción que se podía esperar no está apareciendo, siendo los efectos más bien demoledores en la falta de conseguir puntos para sumar en su casillero. Otro aspecto, como es el ofensivo no está funcionando y cuesta demasiado crear ocasiones y sobre todo materializarlas.

No es el mejor rival para recuperar sensaciones, pero cuando no se hacen los deberes ante equipos de nivel inferior, hay que realizar un sobresfuerzo ante conjuntos con plantillas potentes y con prioridades indudables y concisas. Riazor será un examen directo para una Cultural, que debe enderezar el rumbo lo antes posible, para llegar al descanso navideño en una posición en la tabla acorde a su plantilla y a su nombre. Las realidades se demuestran en el campo, lo demás son simples conjeturas.