Diario de León

ENTREVISTA

Docampo: «La Cultural tiene que tener ilusión para ser aún más grande»

El entrenador del equipo leonés hace balance para DIARIO DE LEÓN de la primera vuelta del campeonato de Liga

Eduardo Docampo, entrenador de la Cultural Leonesa. F. Otero Perandones.

Eduardo Docampo, entrenador de la Cultural Leonesa. F. Otero Perandones.

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Edu Docampo (Bilbao, 1974) se siente satisfecho con el rendimiento de sus jugadores. Desde el principio de la entrevista, tal y como se ha comportado desde que llegó a la Cultural, resta importancia a la buena racha que atraviesa el equipo. Lo basa con una explicación escueta: «Todo lo que está sucediendo es como consecuencia del trabajo que venimos haciendo». Prosigue: «Noto ambición en la plantilla y veo un gran ambiente. No hay malas caras y te diré que el secreto del éxito de esta Cultural es que los suplentes están al mismo nivel de los titulares y eso es difícil de conseguir». Es la base del entrenador culturalista para edificar sobre un sólido cimiento el trabajo diario. Su discurso no se mueve ni un ápice al que vendió cuando fue presentado en verano como técnico de la Cultural. «Trabajo, trabajo y trabajo», Y después: «Mejorar, mejorar y mejorar».

—¿Qué balance hace de esta primera vuelta de la Cultural?

 —Con las imprecisiones lógicas de haber empezado con un grupo de jugadores nuevos, que todavía no se conocían, poco a poco vamos ensamblando componentes de la maquinaría. Paso a paso se ha ido viendo una Cultural mejor y ahora mismo estamos en un momento en el que todavía quedan cosas por mejorar, pero estamos muy contentos con lo que estamos haciendo. Además, con la ilusión de seguir trabajando fuerte y con ganas para afrontar la segunda vuelta con las garantías de volver a hacer un buen trabajo.

—¿Por qué nunca habla de play off de ascenso ni de objetivos?

—Porque no me ayuda a lo que es el trabajo diario. A mí el hablar de objetivos, de play off y de historias de esas es más para los aficionados y para vosotros los periodistas para intentar ilusionar a la gente, atraer más gente al Reino... Pero a nosotros hablar de play off o de objetivos, después en el campo no nos ayudan. A nosotros nos ayuda centrarnos en lo que tenemos que desarrollar en el campo. Y cada jugador intentar mejorar sus puntos menos fuertes y potenciar sus puntos fuertes.

—¿Qué sensación le ha causado el club en este medio año que lleva al frente de la Cultural?

—Me parece un club fuerte de la categoría, con unas infraestructuras grandes e importantes en lo que es la categoría, con una dirección y un montón de trabajadores que están todo el día dándolo todo para que nosotros, los protagonistas en el campo, tengamos todo lo necesario para que hagamos un buen trabajo. Es un club que está muy bien considerado en todo el Estado y en las categorías en las que ha participado siempre ha sido muy respetado. A cualquier persona de fútbol que le hables de la Cultural Leonesa siempre dice buenas palabras.

—Un entrenador que viene formado, como usted, del Athletic Club tiene que ser bueno...

—No sé si tiene que ser bueno. Lo que sí está es formado.

—¿Qué le enseñó el Athletic Club de Bilbao?

—La fortaleza que tiene el Athletic es que por filosofía sólo pueden jugar futbolistas nacidos o formados en Euskal Herria. Es un club que no puede hacer como otros equipos fuertes cambiar al final de cada campeonato a diez o quince jugadores porque no le gustan. Nosotros tenemos esos quince o veinte jugadores de la zona y son lo que tenemos para trabajar con ellos. Si no podemos cambiar a esos jugadores tienes que mejorar tu trabajo como entrenador para que esos futbolistas lleguen a Primera División. Ahí es donde reside la fortaleza de los entrenadores que se forman en Lezama. Allí nunca van a pensar que esos jugadores son malos porque es lo que tienen, es con lo que trabajan y ahí radica todo, mirarse hacia dentro. Mejorar como entrenador y darlo todo para que ninguno de esos chavales pierda su sueño de jugar en el Athletic porque un entrenador no sea lo suficientemente competente.

—¿Le marcó esa primera etapa en el Athletic para ser el entrenador que es?

—Sí. Evidentemente sí. Además coincidí con un montón de compañeros que me ayudaron a crecer en la etapa en la que más he aprendido y más rápido he aprendido de qué es esto del fútbol, de la formación, no sólo de lo que sucede en el campo, sino de temas de temas de psicología. Por eso los cinco años que pasé en Lezama fueron los más productivos de mi carrera.

—¿Cómo considera su posterior etapa en el extranjero?

—Muy fructífera, porque ves otras maneras de hacer el trabajo, conoces otra cultura y otras maneras de pensar. Todo ello te abre la mente. Te obliga a hablar otro idioma y fue una experiencia muy positiva.

El  pasado y presente
«La Cultural tuvo un descenso de Segunda División a última hora triste y toca en estos años fortalecerse»

—Antes de firmar por la Cultural pasó por el Calahorra...

—No es fácil después de estar en el extranjero engancharse al fútbol de nuevo en España. Tuve la suerte de dirigir al Calahorra con un presidente, un director deportivo y una junta directiva que también se desviven por el club. La pena es que en Calahorra es muy difícil mantener un club como el que tienen en Primera Federación por circunstancias económicas, de infraestructura, de que es un pueblo de 25.000 habitantes y es muy difícil de mantener en la categoría. El año pasado lo mantuvimos. Este año están intentando sacarlo adelante. Es muy complicado. Ya no fue la pasada temporada. Y me da pena porque ese trabajo tan fuerte y arduo que están haciendo en el club, pues ahora mismo no se ve reflejado en una buena clasificación.

El aprendizaje
«No sé si tiene que ser bueno un entrenador que viene del Athletic, lo que sí sé es que está formado»

—Desde que llegó a la Cultural, ¿nadie le ha comunicado de exigencias y objetivos que siempre lleva aparejadas este club, como clasificarse para el play off o ascender a Segunda División?

—Bueno se habla de cosas. De intentar, pero dentro de lo que es el club se es realista y se sabe que tenemos un presupuesto que no es de los primeros de la categoría y que hay un montón de clubes con las mismas aspiraciones, pero con mejores medios y con más presupuesto. Eso sí nosotros tenemos la ilusión de hacer las cosas bien. Sabemos que el equipo estuvo hace poco tiempo en Segunda División y que tuvo un descenso a última hora triste, pero esa ilusión hay que mantenerla y saber gestionarla, para que dentro de unos años sea un club todavía más fuerte.

—¿Tenía prefijado su manera de actuar de dar amplitud a la plantilla a utilizar con el paso de las jornadas de Liga?

—Ya no se hace en el fútbol planificar una línea de actuación. Yo quiero ganar el primer partido, el segundo, el tercero... Entonces siempre estamos pensando en el partido a partido. La participación de más futbolistas se debe a que están entendiendo lo que se les pide y lo están dando. Tienen todos calidad de sobra para jugar y en esta plantilla hay una competencia muy buena, que hace que los cambios y las bajas no se noten. Soy insistente con mis futbolistas, porque para mí el éxito de cualquier club son esos futbolistas que no participan habitualmente y que no bajan el brazo porque quieren participar, quieren ser protagonistas y de esa manera además de mejorar como futbolistas y si alguien baja el brazo le pueden quitar el sitio.

—¿Va a mantener su línea de seguir con su discurso de no entrar en objetivos y ceñirse al trabajo y en la mejora diaria?

—Cada maestrillo tiene su librillo. Cada uno es como es. Hay gente que necesita ese run-run. Yo prefiero mi estilo porque a mí es lo que me ha dado resultado. En ir mejorando cada día conceptos, estar pendiente de lo que sucede y no estar fijado en lo que acontece fuera del campo, porque eso no nos ayuda a conseguir nada. Hablar de posibilidades, de qué puede pasar lo único que nos puede hacer es desviarnos de lo que es nuestra línea y una vez que te desvías es muy fácil perder el rumbo. Entonces es cuando tendríamos muchas dificultades de seguir trabajando como lo estamos haciendo.

—¿Cree que la afición ya ha comprendido lo que usted quiere con el paso de las jornadas?

—Hay gente que se me acerca, me saluda, me anima... Eso me gusta, porque a todo el mundo complace que estemos ilusionados, pero la ilusión es algo para los aficionados, que son muy importantes, pero sabiendo canalizar esta ilusión. La afición debe de saber que tiene que ayudar al equipo para pelear hasta el final. Esta es la única manera, porque al principio cuando había alguna duda eso se transmite al futbolista y tenemos más dificultades.

—Después de que ya conoce el club, las instalaciones y la ciudad, ¿cree que la Cultural es un equipo de superior categoría?

—Ahora mismo no. Se trata de un equipo de Primera Federación. Otra cosa es que vaya creciendo cada año para poder ser más sólida la base y así conseguir que se haga un equipo con muchas garantías de ascenso. Hay que fortalecerse en lo que se está haciendo bien, ir mejorando todo aquello que se pueda mejorar y buscar que también a largo plazo tengamos un 80% o un 90% de ascenso y no como ahora, que no se cuánto podría haber.

—¿Está satisfecho con el rendimiento del equipo?

—Muy contento. Es un placer vez a todos entrenar cada día. Nadie se deja nada.

—¿Se conforma con la plantilla que tiene o se va a reforzar?

—Siempre he tenido a los futbolistas que me han tocado desde mi etapa en Lezama. Estoy encantado con lo que tengo y si viene alguien debe mejorar lo que hay. Si se pudiera mejorar lo que tenemos hay dos fichas sub-23, y si no seguiremos adelante con esta gran plantilla con toda la ilusión del mundo. 

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