Marozsán sorprende a un irreconocible Alcaraz

"Es un sueño. Pensaba en salir y ganar algunos juegos, un set quizás, pero esto...". Así respondía, atónito, Fabian Marozsan en pista, apenas minutos después de lograr una de las grandes sorpresas de la temporada al derrotar a Carlos Alcaraz (6-3 y 7-6 (4)) en el Masters 1.000 de Roma. Este húngaro, de 23 años y 135 del mundo, no sabía lo que era ganar un partido de Masters 1.000 antes de llegar a la capital italiana, tampoco ganar un encuentro ATP y mucho menos uno ante el número dos del mundo, pero contra un Alcaraz distraído, lento e impreciso, Marozsan completó el sueño y derrocó al murciano, que pone ya la vista en Roland Garros.

No es una mala derrota desde el plano físico, puesto que permite a Alcaraz descansar después de cuatro semanas de esfuerzo, con victorias en Barcelona y Madrid. Un total de once partidos, mas el ganado a Albert Ramos en segunda ronda de Roma, que han supuesto un desgaste lógico en el cuerpo del murciano de 20 años y que ahora, tras este traspié en Roma, podrá relajar.

Aligerar el calendario era uno de los puntos a mejorar respecto a la temporada pasada, para poder llegar en plenas condiciones a los torneos más importantes, evitando posibles lesiones, por lo que no seguir en Roma, pese a frustrar el intento de Alcaraz de hacer una gira de arcilla europea perfecta, no es un desastre.

Y más cuando enfrente estuvo un tenista al que le entró todo. El primer set del húngaro fue una barrida total, con trece golpes ganadores y cuatro errores no forzados que dejaron a todos boquiabiertos por la explosión de todo un desconocido. Marozsan nunca se había prodigado en un torneo ATP y las mejores victorias, por ranking, de su carrera habían llegado en Roma. Primero ante Corentin Moutet (67) y luego contra Jiri Lehecka (39). Pasar la fase previa y estrenar su casillero de victorias en un Masters 1.000 contra Lehecka valían como impulso en ese primer set, pero lo lógico es que Alcaraz enderezase el rumbo.

Sobre todo cuando el húngaro dio signos de debilidad y desperdició sus cuatro primeras oportunidades de 'break' en el segundo, especialmente un 0-40 con 2-2. Aun así, a la quinta, quebró el servicio de Alcaraz y se pudo a dos juegos de la victoria. Le templó el brazo, ninguna sorpresa, y Alcaraz, con más corazón que juego, llevó la contienda hasta el desempate.

Esta vez sí, el español cogió las riendas, colocó un 4-1 en el marcador e hizo que los romanos se acomodaran en sus butacas. Venía un tercer set.

Hasta que Alcaraz encadenó una mala dejada, un par de tiros largos y unos buenos golpes de Marozsan y sin casi preverlo, el húngaro ganó cinco puntos seguidos y se llevó en el encuentro. Su cara era más de incredulidad que de victoria. La de Alcaraz, de aceptación, hoy no había sido mejor que su rival. Los 24 golpes ganadores de Marozsan, replicados por los 24 errores no forzados de Alcaraz, fueron una losa.

El murciano ya no competirá hasta el arranque del próximo Roland Garros, el 28 de mayo. El 25 de mayo conocerá sus rivales en un sorteo en el que partirá como número uno del mundo. Se coronará por segunda vez al término de Roma, y Novak Djokovic, que defiende 1.000 puntos aquí del año pasado, no podrá arrebatarle la posición hasta, como mínimo, París.